El creciente envejecimiento de la población es un síntoma positivo de la calidad de vida y el alto nivel sanitario de nuestro país. Sin embargo, comienza a implicar una serie de efectos negativos para el propio Sistema Nacional de Salud (SNS), puesto que le obliga a dar respuesta a una mayor necesidad asistencial en el cuidado de las personas mayores. Para responder a ella, la Enfermería se presenta como una importante herramienta asistencial. Singularmente, los profesionales de esta rama especializados en Geriatría y que han adquirido las competencias específicas para atender al colectivo de las personas de más avanzada edad.
Por otro lado, la implantación de estas enfermeras especialistas en los servicios de salud autonómicos presenta todavía importantes desigualdades en el territorio. Hasta el punto de que en algunas CC.AA. no existe una bolsa específica para la contratación de estos perfiles. Así lo desvela el último informe desarrollado por la Asociación EIR en España, en el que se refleja la distribución de estas a lo largo de nuestras regiones. En la actualidad, según desvela a Consalud.es Enrique Cana Benítez, delegado territorial de AEIR-Andalucía y uno de los autores del estudio, “únicamente en la Comunidad de Madrid yCastilla-La Mancha esta bolsa de enfermeras geriátricas existe y funciona”.
“Más allá de la existencia de una bolsa de profesionales o no, hay CC.AA. que ni siquiera la reconocen todavía como especialidad”
En el marco de todas las especialidades enfermeras, la de Geriatría es una de las que presenta una casuística más especial, dado que “más allá de la existencia de una bolsa de profesionales o no, hay CC.AA. que ni siquiera la reconocen todavía como especialidad”. Una circunstancia que hace que “no se formen estos perfiles” en ciertas autonomías e implica que se trate de la especialidad “que presenta un estado más precario” en España. Algo que resulta paradójico en un país con la necesidad de dotar de asistencia sanitaria a una de las poblaciones más envejecidas del mundo, con una esperanza de vida de 83,2 años, según recientes datos del Ministerio de Sanidad.
En concreto, la Asociación EIR desvela que en hasta 12 CC.AA. -y Ceuta y Melilla- la bolsa de trabajadores especialistas en enfermería geriátrica no existe hoy en día. Se trata de Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco, Navarra, La Rioja, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Baleares y Canarias. Paralelamente, existe un grueso de tres regiones en las que esta bolsa está presente, pero no se ha implantado por el momento en sus servicios de salud; son Castilla y León, Aragón y Extremadura. Así, el mapa nacional se cierra con los dos territorios que ‘han hecho los deberes’, Madrid y Castilla-La Mancha.
“En comparación con el estudio llevado a cabo por AEIR en marzo de 2022, donde la bolsa de Geriatría sólo existía en la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, algo hemos avanzado en este último año y medio”
La acogida de estos perfiles en el SNS viene siendo lenta, habiendo pasado mucho tiempo ya desde la creación de esta especialidad en España. Sin embargo, Cana Benítez, prefiere mirar la actual radiografía nacional en esta especialidad desde un prisma positivo, teniendo en cuenta que, “en comparación con el estudio llevado a cabo por AEIR en marzo de 2022, donde la bolsa de Geriatría sólo existía en la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, algo hemos avanzado en este último año y medio”. De esta manera, el enfermero andaluz valora que exista “una progresión” y espera que pueda consolidarse.
PÉRDIDA DE TALENTO
El hecho de que esta especialidad no sea reconocida en algunas CC.AA. o no cuente con una bolsa específica en otras, implica una serie de “desigualdades” que afectan tanto a estos profesionales sanitarios como a los propios ciudadanos. “La actual realidad de que una enfermera especialista tenga que marcharse de su región hacia otra que la valore y cuente con una bolsa de trabajo específica es una nefasta pérdida de talento y de inversión”, asegura el delegado territorial de AEIR, quien atestigua que “está demostrado que las enfermeras especialistas mejoran la calidad asistencial y ahorran dinero al sistema de salud”.
“Saben manejar mejor a un paciente geriátrico, con las singularidades que conlleva respecto a un adulto o un niño”
La enfermera geriátrica se encarga del cuidado y la atención de las personas mayoresde 65 añospara favorecer un envejecimiento saludable y de calidad. Más allá de lo que pueda pensarse, no se limitan sólo al tratamiento de los pacientes con enfermedades o en situación de dependencia, también fomentan realizan una importante labor de prevención y fomentar la adquisición de un estilo de vida activo y saludable en la vejez. Unas particularidades y “dos años de formación” que las diferencian de otras enfermeras. “Saben manejar mejor a un paciente geriátrico, con las singularidades que conlleva respecto a un adulto o un niño”, aclara.
Por tanto, el delegado de la Asociación EIR incide en la importancia de que los pacientes de todo el país, “independientemente de la región donde residan” puedan tener acceso a ser atendidos por profesionales de Enfermería especializados. “En muchas CC.AA. con una población muy envejecida reniegan de la Geriatría y deciden apoyarse en Familia por ahorrarse especialistas y reducir costes. No me parece bien, dado que las enfermeras geriátricas afrontan mejor las situaciones de más fragilidad y de mayor dependencia”, concluye.