El grupo de investigación en Cirugía de la Columna Vertebral del Hospital Nacional de Parapléjico ha recibido 30.000 euros en dos becas de investigación para estudiar nuevas terapias que eviten la formación de fibrosis. Enfermedad que constituye una de las principales causas que impide la reconexión neuronal tras un traumatismo vertebro medular.
El estudio titulado 'Nuevas terapias antifibróticas tras traumatismo vertebro medular en un modelo porcino', cuyo investigador principal es el traumatólogo Luis Romero, busca cómo eliminar o disminuir la formación de fibrosis. La investigación se engloba dentro del gran proyecto europeo llamado Neurofibres, coordinado desde el Hospital Nacional de Parapléjicos.
El trabajo, cuya duración será de dos años, servirá para potenciar los efectos terapéuticos de los implantes de microfibras para la reparación medular, así como para reducir la fibrosis y mejorar los beneficios de la operación del raquis en otras patologías. Asimismo, también pretende desarrollar y aplicar una técnica muy novedosa de cara a futuras terapias de regeneración nerviosa.
“La terapia antifibrótica consistiría en el uso de un gel o una sustancia gelatinosa que inhibe o limita la formación de tejido fibroso alrededor de la médula espinal tras el traumatismo”, explica Luis Romero, quien ha concretado que “vamos a estudiar el poder inhibitorio de un quimioterápico conocido como el taxol en comparación con otras terapias homologadas en quirófano”.
Hasta la fecha en este hospital solo se había experimentado con roedores. Pero ahora se ha dado un importante paso al usar cerdos, el animal junto con el mono más parecido al humano. “Las operaciones que se llevan a cabo con cerdos de experimentación se realizan con todas las garantías bioéticas, de seguridad, respeto y cumplimiento estricto de la normativa vigente sobre protección y experimentación animal”, apunta Andrés Barriga, quien ha tenido que realizar un curso especializado para trabajar con animales.
De las dos becas, que se conceden anualmente en concurrencia competitiva por las dos sociedades más importantes en el estudio de la traumatología y cirugía de columna, una proviene de la Sociedad Española de Columna Vertebral (Geer), y la otra de la sociedad española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (Secot).
El estudio titulado 'Nuevas terapias antifibróticas tras traumatismo vertebro medular en un modelo porcino', cuyo investigador principal es el traumatólogo Luis Romero, busca cómo eliminar o disminuir la formación de fibrosis. La investigación se engloba dentro del gran proyecto europeo llamado Neurofibres, coordinado desde el Hospital Nacional de Parapléjicos.
El trabajo, cuya duración será de dos años, servirá para potenciar los efectos terapéuticos de los implantes de microfibras para la reparación medular, así como para reducir la fibrosis y mejorar los beneficios de la operación del raquis en otras patologías. Asimismo, también pretende desarrollar y aplicar una técnica muy novedosa de cara a futuras terapias de regeneración nerviosa.
"Las operaciones que se llevan a cabo con cerdos se realizan con todas las garantías bioéticas, de seguridad, respeto y cumplimiento de la normativa"
Según explica el traumatólogo Andrés Barriga, “la fibrosis es un proceso inflamatorio, que se produce tras una contusión o una sección de la médula espinal. También, después de la cirugía de la columna vertebral, siempre sucede la fibrosis alrededor de la duramadre y de la médula, lo que impide que los axones de las neuronas puedan volver a crecer y tenga lugar de nuevo la conexión entre el cerebro y el resto del cuerpo, a partir del punto de lesión”.“La terapia antifibrótica consistiría en el uso de un gel o una sustancia gelatinosa que inhibe o limita la formación de tejido fibroso alrededor de la médula espinal tras el traumatismo”, explica Luis Romero, quien ha concretado que “vamos a estudiar el poder inhibitorio de un quimioterápico conocido como el taxol en comparación con otras terapias homologadas en quirófano”.
Hasta la fecha en este hospital solo se había experimentado con roedores. Pero ahora se ha dado un importante paso al usar cerdos, el animal junto con el mono más parecido al humano. “Las operaciones que se llevan a cabo con cerdos de experimentación se realizan con todas las garantías bioéticas, de seguridad, respeto y cumplimiento estricto de la normativa vigente sobre protección y experimentación animal”, apunta Andrés Barriga, quien ha tenido que realizar un curso especializado para trabajar con animales.
De las dos becas, que se conceden anualmente en concurrencia competitiva por las dos sociedades más importantes en el estudio de la traumatología y cirugía de columna, una proviene de la Sociedad Española de Columna Vertebral (Geer), y la otra de la sociedad española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (Secot).