Un estudio realizado en la Región de Murcia revela que la edad media de las personas que residen en este tipo de instituciones tiene una edad hasta tres años superior que hace diez años. De esta manera, se desprende del informe que el aumento de la esperanza de vida y su calidad están retrasando la edad de ingreso de las personas mayores en una residencia.
Las diferencias relativas al sexo se deben a la existencia de roles de género distintos para ambos, que proporcionan un mayor grado de autonomía a las mujeres. En general, las mujeres ingresan hasta tres años y medio más tarde que los hombres, con un mayor nivel de dependencia y mayor prevalencia de incontinencia y demencia.
Para la realización de este trabajo se tomaron datos de casi 600 pacientes de cinco residencias geriátricas de la Región, públicas y privadas, de ámbito rural o urbano y de diferente localización.
De los pacientes se recogen datos sobre sexo, edad de ingreso, edad actual, estancia media, estado civil, hijos, motivo de ingreso, financiación, grado de dependencia al ingreso y actual, patologías limitantes asociadas como demencia, Alzheimer, trastornos psiquiátricos, enfermedad cerebrovascular, así como otros aspectos como la incontinencia o el uso psicofármacos.
En cuanto a las razones de ingreso en una residencia geriártrica, la existencia de una problemática social que condiciona a la persona para vivir en su domicilio es el motivo fundamental, muy por encima de la patología neuropsiquiátrica y de una situación de dependencia física.
Las diferencias relativas al sexo se deben a la existencia de roles de género distintos para ambos, que proporcionan un mayor grado de autonomía a las mujeres. En general, las mujeres ingresan hasta tres años y medio más tarde que los hombres, con un mayor nivel de dependencia y mayor prevalencia de incontinencia y demencia.
Las mujeres ingresan hasta tres años y medio más tarde que los hombres
Estos datos derivan de la investigación que dirige el doctor José Antonio Pascual, responsable de investigación del Centro de Salud de Calasparra, ypublicada en la revista Journal of Life Sciences. En ella han participado todos los médicos del centro, adjuntos y residentes. Para la realización de este trabajo se tomaron datos de casi 600 pacientes de cinco residencias geriátricas de la Región, públicas y privadas, de ámbito rural o urbano y de diferente localización.
De los pacientes se recogen datos sobre sexo, edad de ingreso, edad actual, estancia media, estado civil, hijos, motivo de ingreso, financiación, grado de dependencia al ingreso y actual, patologías limitantes asociadas como demencia, Alzheimer, trastornos psiquiátricos, enfermedad cerebrovascular, así como otros aspectos como la incontinencia o el uso psicofármacos.
En cuanto a las razones de ingreso en una residencia geriártrica, la existencia de una problemática social que condiciona a la persona para vivir en su domicilio es el motivo fundamental, muy por encima de la patología neuropsiquiátrica y de una situación de dependencia física.