La digitalización es el gran desafío que afrontan en los últimos años los sistemas sanitarios. Historias clínicas electrónicas, interoperabilidad, telemedicina, teleconsultas…. Múltiples son las aplicaciones de la tecnología en la atención de la salud que poco a poco se va implementando en los modelos, como refleja la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).
Como cada año, el Observatorio de la Atención al Paciente, perteneciente a la POP, publica su informe anual sobre la asistencia en el Sistema Nacional de Salud (SNS), este año centrado en la salud digital y su impacto en la transformación de los modelos organizativos de los sistemas sanitarios. “Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) tales como la inteligencia artificial, la telemedicina y las tecnologías de realidad virtual, entre otras, se posicionan como un elemento esencial para la transformación del sistema sanitario”, reconoce el informe.
Cuatro CC.AA. han desarrollado estrategias o planes específicos orientados a la trasformación digital del sistema sanitario
Su capacidad para mejorar la eficiencia de los sistemas, la gestión de los datos clínicos, los diagnósticos, los tratamientos, el seguimiento de los pacientes; de reducir el coste sanitario y mejorar la accesibilidad de los servicios y la calidad de vida así lo atestiguan. Sin embargo, si es un desafío es porque todavía supone un reto su total implantación y adaptación.
LA DIGITALIZACIÓN EN ESPAÑA
El Consejo Interterritorial del SNS aprobó a finales del 2021 la Estrategia de Salud Digital, un plan dotado con más de 700 millones de euros que tiene como objetivo “contribuir al mantenimiento de un buen nivel de salud en la población española y a fortalecer el sistema sanitario público mediante la capacidad transformadora de las tecnologías digitales dirigida a personas, profesionales de la salud, organizaciones proveedoras de servicios sanitarios y resto de agentes relacionados”.
Desde entonces, se ha ido avanzando al ritmo marcado en el documento. España ocupa el noveno puesto entre todos los países de la Unión Europea en relación al acceso electrónico de los ciudadanos a su información clínica. Asimismo, tanto desde el Ministerio de Sanidad como desde las Comunidades Autónomas (CC.AA.) se está trabajando en la transformación digital de la Atención Primaria y Comunitaria y del SNS en general, del plan de atención digital personalizada, el espacio nacional de datos de salud o el plan de sostenibilidad para la eficiencia y el acceso equitativo a los servicios sanitarios.
En concreto, según el informe del Observatorio, cuatro CC.AA. han desarrollado estrategias o planes específicos orientados a la trasformación digital del sistema sanitario que se encuentran en diferente fase de evolución en las Comunidades de Aragón, Cataluña, Galicia y la Comunidad de Madrid, esta última región con especial hincapié en la tarjeta sanitaria virtual, el uso de pruebas médicas con imagen, la telemedicina o el desarrollo de inteligencia artificial. Otras regiones como el País Vasco han puesto en marcha planes como la Estrategia de investigación e innovación en salud 2022-2025 que tiene previsto la implantación de la medicina personalizada y las terapias avanzadas; los dispositivos y tecnologías médicas, la salud digital y el Big Data.
La inversión que cada consejería realiza se concentra en la adquisición de equipamiento médico (22%), la digitalización de la atención primaria (20%) y la obtención de equipamiento tecnológico (15%)
Con estas medidas se avanza hacia las metas establecidas: capacitar e implicar a los pacientes en el control de su salud, maximizar el valor de los procesos asistenciales, adoptar políticas de gestión y gobierno de los datos y aplicar políticas orientadas en la medicina 5P (poblacional, preventiva, predictiva, personalizada y participativa). El problema es que no todas las regiones han regulado de esa forma estos pasos.
Como señala el Observatorio, el resto de CC.AA “no han desarrollado estrategias o planes específicos en materia de digitalización”. No obstante, reconocen que la implementación de acciones orientadas a la digitalización se recoge en los Planes de salud y Estrategias/Planes de cronicidad del conjunto de Comunidades y en medidas en las que están ahora trabajando. En ellas se indica la necesidad de potenciar servicios digitales basados en la telemedicina y teleasistencia; fortalecer la comunicación entre profesionales; implantar la historia clínica integrada, compartida e interoperable; mejorar la interoperabilidad e instauración de la receta electrónica.
En general, la inversión que cada consejería realiza se concentra en la adquisición de equipamiento médico (22%), la digitalización de la Atención Primaria (20%) y la obtención de equipamiento tecnológico (15%). El resto del presupuesto se dedica a la implementación del Data Lake Sanitario (11%); el desarrollo de la telemedicina (7%); la medicina de precisión (6%); las herramientas de análisis de datos (5%); otros aspectos como la ciberseguridad, la receta electrónica y la salud pública (5%); la formación y capacitación de profesionales sanitarios (4%); y la innovación y colaboración con el sector tecnológico (3%)
Todas las comunidades autónomas cuentan con una historia clínica que dentro de sus propias regiones entre Primara y hospitalaria es interoperable. Sin embargo, 10 de la 13 regiones que han sigo encuestadas por el Observatorio presentan una baja o nula interconexión de esta entre el sistema sanitario y el social, un reto en el que tienen que seguir trabajando. Otros desafíos encontrados que afrontar en los próximos años son la brecha digital, la accesibilidad a la información, la interconexión entre el sistema sanitario, la farmacia comunitaria y el sistema social y la promoción de la salud. “La digitalización sanitaria representa el motor del proceso de transformación digital del SNS. Por tanto, resulta necesario avanzar en la resolución de los obstáculos identificados, con el objetivo final de garantizar servicios sanitarios accesibles y equitativos”, concluye el informe.