Castilla y León, Extremadura y Andalucía, las CC.AA. que más podrían sufrir con la caída de Muface

Estas tres regiones son las que presentarían un mayor porcentaje de funcionarios mutualistas de MUFACE por absorber en su sanidad pública respecto a su población total

Pacientes en una sala de espera. (Generalitat de Cataluña)
Pacientes en una sala de espera. (Generalitat de Cataluña)
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
19 noviembre 2024 | 17:30 h

Mientras el Ministerio de Función Pública trabaja por plantear una nueva licitación que atraiga a las aseguradoras - Asisa, Adeslas o DKV- a renovar el concierto de Muface, el Ministerio de Sanidad presentó un informe que asume la viabilidad de trasladar la asistencia sanitaria de estos más de 1,5 millones de mutualistas al propio Sistema Nacional de Salud (SNS). En este contexto, las CC.AA. serían las responsables últimas de asumir esta sobrecarga extra en sus servicios de salud. Sin embargo, no todas se verían afectadas de la misma manera.

De este modo, mientras territorios como el País Vasco no encontrarían excesivas dificultades para incorporar a estos mutualistas a Osakidetza, para otras regiones supondría un desafío mucho más severo. En concreto, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana serían algunas de las CC.AA. más afectadas ante la eliminación de Muface, dado que concentraron durante el pasado año más de la mitad de las asistencias a estos mutualistas. 

Extremadura y Castilla y León serían otros de los territorios que más verían aumentar la sobrecarga en su sanidad pública, al tener que acoger a un mayor porcentaje de mutualistas en proporción a su demografía

Asimismo, Extremadura y Castilla y León serían otros de los territorios que más verían aumentar la sobrecarga en su sanidad pública, al tener que acoger a un mayor porcentaje de mutualistas en proporción a su demografía. En concreto, en CYL un 4,6% de su población tendría que integrarse a los servicios asistenciales del Sacyl, mientras que serían un 3,02% de los residentes extremeños los que habrían de acogerse al SES. Tratándose, además, de dos regiones caracterizadas por una población dispersa y altamente envejecida.

En la misma línea, la desaparición de Muface podría suponer un golpe de gracia para la sanidad pública de Ceuta y Melilla, dos ciudades autónomas que llevan años denunciando la crisis sanitaria que viven ante la falta de médicos suficientes para asegurar el oportuno cuidado de sus ciudadanos. No en vano, los mutualistas suponen el 5,27% y el 5,13% de su población, respectivamente.

LAS CC.AA. MENOS AFECTADAS

En el otro extremo del tablero, en regiones como el País Vasco, Navarra, Baleares y Cataluña se presenta un escenario más benigno. Todas ellas cuentan con menos de un 1,2% de su población actualmente vinculada a la asistencia a través de Muface. A lo que se une la disposición de unos sistemas sanitarios relativamente bien organizados y capaces de asumir este pequeño sobreesfuerzo. Asimismo, Galicia y Castilla-La Mancha contarían también con holgura suficiente en su sanidad pública para absorber a los mutualistas.

Regiones como Asturias, Murcia y Aragón se posicionan en una situación intermedia, en la que un incremento súbito de pacientes en sus servicios de salud podría ponerles entre la espada y la pared

Finalmente, otras regiones como Asturias, Murcia y Aragón se posicionan en una situación intermedia, en la que un incremento súbito de pacientes en sus servicios de salud podría ponerles entre la espada y la pared.

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