La llegada del verano supone que muchos servicios asistenciales tengan que enfrentarse a la pérdida de muchos efectivos por vacaciones y a la consiguiente reducción de los recursos a disposición del paciente. El mejor ejemplo de esto es el cierre de camas hospitalarias que se produce cada periodo estival en todo el territorio español. Igualmente, la actividad quirúrgica no urgente suele posponerse también hasta septiembre. En el marco de sus planes de verano, algunas CC.AA. se han referido a la clausura de estos espacios durante los meses veraniegos, no así otras muchas.
Entre los argumentos sostenidos por los responsables sanitarios para reducir la disponibilidad de estas dotaciones se encuentran principalmente tres: en primer lugar, las vacaciones anuales del personal sanitario que se disfrutan mayoritariamente durante estos meses; en segundo lugar, el desplazamiento de poblacional fruto de los movimientos turísticos, afectando de manera desigual entre unas CC.AA. y otras dependiendo de si son destino u origen de visitantes; y, finalmente, que durante el periodo estival la incidencia de enfermedades agudas (especialmente las víricas) suele disminuir.
“Todas las camas están a disposición”, pero algunas se habilitarán en función de la necesidad existente en cada momento. “No podemos tener camas abiertas que no usamos, es dinero público”
Desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) han calculado que el número total de camas que cerrarán alcanza las 12.328, alrededor del 13,70% del total. Unas cifras que, advierten, es posible que puedan ser incluso superiores. Se repartiría de la siguiente manera: Extremadura, 18,17%; País Vasco, 17,83%; Madrid, 17,08%; Andalucía, 15,97%; Cataluña, 15,58%; Aragón, 15,54%; Asturias, 15,27%; Galicia, 11,31%; C. Valenciana, 9,95%; Murcia, 9,11%; Navarra, 8,43%; La Rioja, 7,64%; Castilla y León, 7,46%; Baleares, 7,04%; Cantabria, 4,17%; Castilla-La Mancha, 4,12%; y Canarias, 2,03%.
En este sentido, uno de los últimos responsables sanitarios que ha salido al paso de las críticas por el cierre de 192 camas ha sido el consejero de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández, quien aclara que desde su departamento “no siguen el criterio de cerrar camas”, sino de “usarlas o no dependiendo de los recursos humanos disponibles y de los usuarios”. No en vano, insiste en que “todas las camas están a disposición”, pero algunas se habilitarán en función de la necesidad existente en cada momento. “No podemos tener camas abiertas que no usamos, es dinero público”, sentenciaba.
En una línea similar, su homólogo de Castilla y León, Alejandro Vázquez, anunció que, al igual que en veranos anteriores, se cerrarán 459 camas en los hospitales de la región debido a la “disminución de la demanda asistencial”. De esta manera, el Hospital de León es el que más aparcará, con 113, mientras que otros hospitales como los burgaleses de Miranda de Ebro y Aranda de Duero, así como el de Soria, mantendrán operativas todas sus camas de cara a los próximos meses. El Plan de contingencia, por otra parte, no prevé cerrar ningún consultorio.
Igualmente, la Comunidad Foral de Navarra proyecta cerrar 115 camas de Atención Hospitalaria durante el verano. Tal y como anunció el consejero de Salud, Fernando Domínguez, quien también trasladó que no se cerrará ningún consultorio “salvo contingencia imprevista”. De esta manera, serán 96 camas menos en el hospital de Pamplona, 25 en el de Tudela y 4 en Estella. Una medida que Domínguez sostiene que“se adecua al cierre de la actividad previsto, al descenso de la demanda por parte de la población y al descenso de circulación de los virus respiratorios”.
En el Plan de verano desgranado por la responsable de Salud, Catalina García, se recoge mantener abiertas 85% de las camas disponibles, que suponen casi 13.000 a lo largo de toda la región
Otra de las CC.AA. que ha desvelado información acerca del cierre de camas ha sido Andalucía. En el Plan de verano desgranado por la responsable de Salud, Catalina García, se recoge mantener abiertas 85% de las camas disponibles, que suponen casi 13.000 a lo largo de toda la región. El resto de las camas se mantendrán preparadas por si en algún momento a lo largo de estos meses se hiciera necesario activarlas. Asimismo, se sostendrá el funcionamiento del 80% de los quirófanos andaluces, en niveles similares a los de los últimos dos años, con la previsión de alcanzar la realización de 76.000 intervenciones.
Finalmente, la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, señaló hace unos días que en la región "no se cierran camas" sino que se redistribuyen en función de las vacaciones del personal del Sermas. En esta línea, apuntaba a que este verano estarán "todas las camas de los hospitales públicos madrileños a disposición" de los usuarios por si fuera necesaria emplearlas por circunstancias de demanda. “Van a estar a disposición de los madrileños, que es como tiene que ser", sentenciaba al respecto durante el anuncio de la estrategia sanitaria en verano.