La salud mental se ha convertido en uno de los principales foco de atención de los responsables sanitarios. Tras el paso de la pandemia de Covid-19 comenzaron a aflorar muchos más casos de personas que demandaban una atención médica en relación a sus problemas emocionales. Un tema que anteriormente había estado rodeado de un halo de silencio por el estigma que arrastraba, se ha destapado ahora como una de las principales demandas asistenciales de muchos pacientes en el Sistema Nacional de Salud.
En la línea de dar respuesta a esta creciente demanda, desde la Enfermería se constituyó la especialidad de Salud Mental. Con ella se pretende garantizar una formación más concreta para que estos profesionales puedan atender de la mejor manera posible a los ciudadanos. Una especialidad donde las bolsas de trabajo específico se han impulsado en la práctica totalidad de España, según datos desvelados en el último informe de la Fundación AEIR, que sitúa únicamente a La Rioja, Asturias y Cataluña como pendientes de crear este espacio concreto de contratación.
“La salud mental es un espacio muy importante en el que, por lo general, la mayoría de territorios nacionales está apostando mucho por incorporar a personal cualificado”
Desde ConSalud.es hemos querido acercarnos a esta realidad de la mano de uno de los autores del estudio, el delegado territorial de AEIR-Andalucía, Enrique Cana Benítez, que se felicita porque se trate de “la segunda especialidad enfermera mejor reconocida en nuestro país, por detrás de la de matrona”. Lo cual no implica que todavía en algunas CC.AA. no exista una bolsa específica para este perfil y que la incorporación de las mismas a los sistemas de salud regionales tenga aún “un importante campo de mejora por delante” para hacer más equitativo el acceso de los pacientes a esta atención.
Las enfermeras de Salud Mental encuentran mucha menos resistencia para incorporarse a los diferentes departamentos sanitarios en base a su especialidad. “La salud mental es un espacio muy importante en el que, por lo general, la mayoría de territorios nacionales está apostando mucho por incorporar a personal cualificado”, destaca. Una circunstancia que el delegado andaluz achaca a que se trata de la rama de la Enfermería “menos llamativa” entre las enfermeras generalistas, lo que lleva a “una menor reticencia a la hora de generar una bolsa de especialistas”.
Los propios profesionales de Enfermería en Salud Mental “nos hacen llegar que funcionan bastante bien”
El estudio llevado a cabo por la Asociación EIR revela que 14 autonomías españolas cuentan con estas bolsas de trabajadores, que utilizan para la contratación de efectivos en sus servicios de Salud. En concreto, disponen de ella Galicia, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia, Extremadura, Baleares, Andalucía y Canarias. Lugares en los que los propios profesionales de Enfermería en Salud Mental “nos hacen llegar que funcionan bastante bien”, se felicita el portavoz de AEIR.
Sin embargo, existen todavía otras tres CC.AA. donde la presencia de esta bolsa profesional no está específicamente presente. Es el caso de Asturias, La Rioja y Cataluña, así como de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. “En el caso de Cataluña y Asturias, aunque no exista una bolsa propiamente dicha de la especialidad, "antes de la contratación te preguntan en una entrevista en qué servicio quieres trabajar. Tras ello, suelen derivar a la enfermera a estos servicio de salud mental, si bien no en el puesto de especialista”, puntualiza Cana, lo que lleva a que la práctica totalidad de estas enfermeras “puedan trabajar de lo suyo”.
UN PERFIL DIFERENCIAL
La singularidad del abordaje de la salud mental hace “especialmente importante” disponer de unos conocimientos específicos para tratar oportunamente a estos pacientes. Para el delegado andaluz de AEIR se percibe “muchísima diferencia” entre una enfermera generalista que llega a un departamento de salud mental y otra que “sí sabe manejar a las personas afectadas por problemas de índole emocional o psicológico”. Igualmente, existen ámbitos bien diferenciados como la Atención Primaria o el área de agudos, que “son dos mundos completamente diferentes”.
“Lamentablemente todavía no hay enfermeras especializadas en salud mental suficientes para abastecer a todo el Sistema Nacional de Salud, por lo que se contratan enfermeras generalistas"
Especialmente la Atención Primaria es un nivel asistencial clave, donde la "capacidad y dotes" de la enfermera para la detección precoz de estas patologías es una herramienta esencial para evitar que el problema se acreciente en los afectados. “Lamentablemente todavía no hay enfermeras especializadas en salud mental suficientes para abastecer a todo el Sistema Nacional de Salud, por lo que se contratan enfermeras generalistas para poder cubrir todas las plazas necesarias”, concluye Enrique Cana, quien lo achaca a que todavía es una especialidad “relativamente joven” en España.