La llegada del buen tiempo causa un movimiento poblacional hacia las principales zonas de atracción turística de nuestro país. Un evento que se produce cada verano y se ve acrecentado especialmente durante los meses que van de junio a septiembre. Esta realidad estival genera que los servicios sanitarios de muchas regiones españolas tengan que hacer frente un aumento singular de la demanda asistencial en sus centros de salud, dado el grueso de habitantes que alcanzan sus localidades. Todo esto viene a sumarse a un contexto en el que las CC.AA. ya padecen de por sí los estragos de la falta de profesionales, que en estas fechas además coincide con las propias vacaciones de sus facultativos.
Estas circunstancias llevan a que las consejerías de Sanidad autonómicas, especialmente las de territorios con alta captación turística, tengan que abordar estrategias de reposición de efectivos en sus plantillas. En este punto aparece la figura de los médicos de refuerzo; los cuales sustituyen y acompañan a los facultativos locales durante el verano para evitar la falta de asistencia al paciente e, incluso, el cierre de algunos puntos de atención. Unos ‘Planes de Verano’ en los que los responsables sanitarios de las regiones tratan de atraer a estos médicos de sustitución a sus servicios. Para idearlos tienen en cuenta un histórico de la demanda generada durante los últimos periodos estivales con el fin de ajustarse a las previsibles necesidades.
CASTILLA Y LEÓN SE PONE LA VENDA
Entre las CC.AA. que ya han lanzado un serio aviso de las dificultades que va a acarrear el verano se encuentra Castilla y León. El propio consejero de Sanidad de la Junta, Alejandro Vázquez, ha augurado que el servicio de Atención Primaria se prestará "con ciertas dificultades" al resultar difícil reponer a todos los efectivos que se ausentan de su puesto y que llevará nuevamente a "readaptar la asistencia en algunas zonas básicas de salud a la cantidad de médicos que se tengan en cada momento". No en vano, Castilla y León es una zona de atracción de visitantes a lo largo del periodo estival.
Desde la Junta han transmitido que se trata de una problemática recurrente no sólo en su región, sino en toda España. Esto se debe a la escasez de profesionales de la que adolece el Sistema Nacional de Salud
Desde la Junta han transmitido que se trata de una problemática recurrente no sólo en su región, sino en toda España. Esto se debe a la escasez de profesionales de la que adolece el Sistema Nacional de Salud. Una problemática que desde la consejería aseguran haber trasladado en múltiples ocasiones al Ministerio de Sanidad y ante la que “no se ha obtenido respuesta”. No en vano, el propio Gobierno autonómico se ha esforzado por atraer a facultativos con medidas como el Programa 2023 de Fidelización y Captación del Talento de Residentes. Una iniciativa que ha logrado atraer ya a 263 residentes a la región; cifra positiva que, por otro lado, no ha resultado suficiente para soslayar las dificultades veraniegas.
GALICIA: SE PREVÉN AGUAS REVUELTAS
Por su parte, Galicia ha hecho público este mismo miércoles que mantendrá la actividad sanitaria en base a los datos de ocupación y actividad del año pasado por estas fechas. El consejero gallego, Julio García Comesaña, ha defendido que los datos que manejan en su departamento llevan a pensar en "un descenso de la actividad”, lo que sumado a las vacaciones de los médicos conllevará la reducción o cierre de camas en el Sergas. Algo que se puede acrecentar en áreas sanitarias como A Coruña y Cee, una de las que presenta un mayor aumento poblacional en los meses estibales ante la llegada de visitantes. Una marea sanitaria que, por tanto, se presenta también revuelta en las costas galaicas.
C. VALENCIANA: UN REFUERZO INSUFICIENTE
Otro importante polo turístico español, la Comunidad Valenciana, está también con las alertas encendidas de cara a dar respuesta a todos los potenciales pacientes que abarrotan cada verano sus playas. En esta línea, la Consejería de Sanidad hizo público a principios de junio que reforzaría con 228 nuevos sanitarios las plantillas de sus puntos asistenciales, especialmente los 66 centros ubicados en localidades de especial afluencia. El presupuesto estimado para esta iniciativa contempla 72 millones de euros en la contratación de trabajadores sustitutos. Unos refuerzos que, por otro lado, los sindicatos valencianos han tachado de “insuficiente”.
BALEARES: CIERRE DE CAMAS
La gestión de la llegada del verano en Baleares ha sido un foco de polémica en las últimas semanas. La presidenta autonómica en funciones, Francina Armengol, ordenó de cara a este verano el cierre de 160 camas hospitalarias en Mallorca. Una medida que ha levantado ampollas, más si cabe, teniendo en cuenta que se trata de una disposición llevada a cabo a escasas fechas de su cese como líder del archipiélago, tras su derrota electoral de los pasados comicios del 28M. Una alarmante realidad que los sindicatos sanitarios locales y el Partido Popular han denunciado.
En el Área de Salud de las islas pitiusas –Ibiza y Formentera-, por su parte, sí se han “descartado” el cierre de camas y han trabajado por reforzar los dispositivos asistenciales
En el Área de Salud de las islas pitiusas –Ibiza y Formentera-, por su parte, sí se han “descartado” el cierre de camas y han trabajado por reforzar los dispositivos asistenciales con la incorporación de "50 nuevos efectivos" destinados a dar soporte a las plantillas ante la llegada de visitantes y el comienzo de las vacaciones. “Los servicios de Urgencias se verán reforzados, así como servicios centrales como Laboratorio o Radiología”, indicaron los responsables. Unos efectivos que desde el sindicato médico regional (Simebal) esperan que puedan cumplirse.
En mayor o menor medida, todas las CC.AA. son conscientes de que la llegada del verano va a tensionar sus servicios sanitarios. Más aún en las regiones receptoras de más turistas. Por todo ello, la gran mayoría ha llevado a cabo estrategias estivales; con la adaptación de las plantillas a las necesidades asistenciales y las vacaciones de sus efectivos o reajustes horarios en sus centros de atención –País Vasco-. Medidas necesarias, pero que difícilmente serán suficientes en un contexto en el que la escasez de profesionales ya se hace patente a lo largo de todo el año.