Preservar los sentidos (el habla, el oído y el olfato), reducir el dolor y agilizar la recuperación después de pasar por quirófano es esencial para los pacientes que se someten a una intervención quirúrgica.
Y precisamente estas tres son las ventajas que ofrece la nueva técnica que el Dr. David Virós, jefe del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital Universitario Valld’Hebron, ha desarrollado para intervenir a una paciente de un tumor del espacio parafaríngeo, en la parte blanda del paladar. El proceso habitual para extraer un tumor en esta zona es hacer una incisión en el cuello y extirpar el tejido a través de una cirugía abierta, que más allá del impacto estético, puede condicionar la respiración, el habla y la deglución.
"Se trata de una cirugía delicada, en la que tenemos que trabajar con la máxima precisión porque en pocos centímetros tenemos estructuras sensibles tanto a nivel funcional como estético", señala el Dr. Virós. Consciente de esta responsabilidad y siguiendo uno de los preceptos del Dr. Santiago Ramón y Cajal, el primer Nobel de Medicina del Estado, de no dar por hecho que todo está inventado, activó la imaginación y la creatividad para intentar extirpar el tumor con una cirugía mínimamente invasiva. En lugar de realizar un corte en el cuello, optó por acceder a través de una apertura natural, la boca. Y para hacerlo, buscó dos aliados: la tecnología 3D y un robot.
Dr. Virós: "se trata de una cirugía delicada, en la que tenemos que trabajar con la máxima precisión"
El consejero de Salud, Manel Balcells i Díaz, ha subrayado que la técnica innovadora presentada hoy en Vall d’Hebron es "excepcional al éxito que comporta" y ha destacado que "la combinación de varias tecnologías como la robótica de inteligencia artificial, los datos y la tecnología 3D nos tienen que servir para tratar patologías de una forma mucho más eficiente y con menos complicaciones para los pacientes".
El titular de Salud también ha explicado que "la tecnología 3D se está ya integrando en la actividad asistencial de varios hospitales y es una estrategia que comienza a dar resultados desde el punto de vista clínico", y ha añadido que en un futuro será "rutinaria".
Finalmente, Balcells ha avanzado que la Comisión Europea ha otorgado un proyecto de 12 millones de euros a Cataluña a través del Hospital Universitario Valld’Hebron sobre el abordaje personalizado de las patologías congénitas con la aplicación de la tecnología 3D.
El trabajo multidisciplinar entre profesionales expertos en imagen médica y en ingeniería biomédica de Tecnologías 3D+ del Hospital Universitario Valld’Hebron, le ha ayudado a planificar si la intervención que había imaginado, era viable. "Este tumor parafaríngeo, en la zona blanda del paladar, está situado en la base del cráneo, junto a vasos sanguíneos y nervios conectados al cerebro", explica el Dr. David Virós. "Además, la estructura no es sólida, es elástica, con lo cual necesitábamos conocer la zona al detalle, para valorar el abanico de opciones que se abren en cada paso de la intervención", matiza.
El trabajo conjunto entre los ingenieros y expertos en imagen permitió recrear el tumor en 3D, lo que permite al equipo médico navegar por su interior y conocer en detalle la relación entre todas las estructuras. Además, lo imprimieron con piezas de resina para tener un conocimiento más preciso. "Con la planificación virtual y la utilización de tecnología de impresión 3D de elementos de la paciente, damos un salto hacia la cirugía personalizada", reflexiona Laura Escot, ingeniera implicada en la planificación de este caso.
El trabajo conjunto entre los ingenieros y expertos en imagen permitió recrear el tumor en 3D
La participación del robot Da Vinci es la otra pieza del éxito de esta intervención. Este sistema de cirugía robótica permite hacer incisiones mínimas y precisas, y facilita movimientos imposibles para el brazo humano, lo que resulta especialmente útil en espacios reducidos y áreas complejas como el paladar blando. Los brazos robóticos miden 8 milímetros, eliminan el temblor y nunca se cansan. Pero a pesar de hacer filigranas, el robot Da Vinci no tiene autonomía, los cirujanos y las cirujanas son los cerebros de las intervenciones y los brazos del robot solo traducen los movimientos de la mano del profesional.
"Con el robot Da Vinci no operamos directamente sobre el paciente. Lo hacemos sentados dentro de una consola con la cual manipulamos virtualmente el instrumental quirúrgico. La visión desde la consola, situada fuera del campo estéril, nos permite ver el interior del paciente en tres dimensiones y con un aumento de la realidad hasta 10 veces", concreta el jefe del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
"También reducimos el tiempo en quirófano a la mitad, de 4 a 2 horas, más o menos", añade. En esta cirugía, también ha sido clave el papel de enfermería, como explica Olga Gavaldà, enfermera supervisora del Bloque Quirúrgico, "contamos con un grupo consolidado de enfermeras expertas en el manejo del robot Da Vinci, que tienen formación específica en cirugía robótica".
En esta paciente de 55 años, el robot ayudó a acceder al tumor a través de la boca y se evitó hacer una incisión en el cuello. Esta técnica no solo minimiza el riesgo de complicaciones, evita la traqueostomía y reduce el dolor postoperatorio, sino que también preserva mejor las funciones vitales del paciente, como la deglución y el habla. Además, las incisiones más pequeñas y precisas reducen el sangrado y la posibilidad de infecciones, permitiendo a los pacientes volver a sus actividades cotidianas en menos tiempo.
Esta técnica supone un paso adelante en el tratamiento de tumores de cabeza y cuello complejos
Esta técnica supone un paso adelante en el tratamiento de tumores de cabeza y cuello complejos. Y muestra, una vez más, que la colaboración entre diferentes especialidades y la integración de tecnología avanzada en la práctica médica puede transformar significativamente los resultados y la calidad de vida de los pacientes.
En este caso, el tumor resultó ser benigno. Pero como especialistas que cuidan los sentidos, los otorrinolaringólogos hacen un llamado a no pasar por alto síntomas que pueden indicar la existencia de un tumor, como tener molestias al tragar, sentir dificultades al respirar, sobre todo por la noche, o tener una voz afónica o ronca, y que las molestias duren más o menos dos semanas.
El cáncer de cabeza y cuello, que celebra su día mundial el 27 de julio, engloba tumores malignos que se originan en la cabeza o en la región del cuello y se localizan en la laringe, la nasofaringe, la orofaringe (amígdalas, paladar blando, base de la lengua), las glándulas salivales o en la cavidad oral (la mucosa o la lengua). Se excluyen los tumores de la piel, cerebrales y de tiroides. Es el noveno tumor más diagnosticado en el Estado.
Aunque no es muy prevalente, este año se diagnosticarán cerca de 7.600 casos, 1.000 en Cataluña, y se ha observado un aumento de la incidencia debido al tabaquismo y al virus del papiloma. Si bien afecta a todas las edades y géneros, es más común en hombres de 50 años de media. El Hospital Universitario Valld’Hebron, centro de referencia para tratar esta patología, interviene quirúrgicamente cada año a cerca de 200 pacientes de un tumor de cabeza y cuello.