El Departamento de Salud y el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, a través de la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA), ha desarrollado un Protocolo de actuación ante maltratos en la infancia y la adolescencia en el ámbito de la salud. En este protocolo se especifica la creación de unos equipos multidisciplinarios referentes en la atención a las violencias distribuidos por todo el territorio catalán. Así, desde el Hospital Universitari Vall d’Hebron se ha creado la Unidad de Atención a las Violencias hacia la Infancia y la Adolescencia (Equipo EMMA), que es el dispositivo referente de atención a las violencias a niños, niñas y adolescentes de toda el área de Barcelona ciudad. Da atención desde las nuevas Consultas Externas pediátricas inauguradas el pasado mes de diciembre.
La violencia vivida durante la infancia es un problema grave de salud pública y una violación de los derechos humanos que puede tener importantes consecuencias para la salud a lo largo de la vida (OMS, 2017), tanto a nivel físico y psicológico, como en las repercusiones sociales.
La violencia vivida durante la infancia es un problema grave de salud pública y una violación de los derechos humanos que puede tener importantes consecuencias para la salud a lo largo de la vida
El Equipo EMMA, formado por profesionales del Servicio de Pediatría, del Servicio de Psiquiatría y de la Unidad de Trabajo Social, da respuesta a las necesidades propias de las situaciones de violencia hacia la infancia y la adolescencia desde una perspectiva médica, psicológica y social. Aborda todas las tipologías de violencia: la violencia física (afecta a 1 de cada 10 niños y niñas), sexual (1 de cada 5), emocional/psicológica (3 de cada 10), por negligencia (la más frecuente) y la exposición a violencia de género, entre otras. En este sentido, el proyecto cuenta con profesionales referentes de cada especialidad pediátrica para, según el tipo de violencia, realizar un abordaje más específico. Además, el equipo ha integrado una ginecóloga especialista en infancia y adolescencia para la evaluación médica y el seguimiento en los casos necesarios.
Los objetivos principales del proyecto son mejorar la sensibilización y la detección de las violencias hacia la infancia y la adolescencia, así como ofrecer un tratamiento médico, psicológico y social tanto a los niños, niñas y adolescentes como a sus familias cuidadoras. El equipo, en funcionamiento desde hace cuatro meses, trabaja de manera coordinada con la DGAIA, el territorio y el resto de instituciones implicadas en estos casos, integrando la perspectiva del niño, niña y adolescente, así como la perspectiva de género, disminuyendo la victimización secundaria y potenciando la recuperación de estos niños, niñas y adolescentes.
Como explica la Dra. Anna Fàbregas, del Servicio de Pediatría del Hospital Universitari Vall d’Hebron y coordinadora de la Unidad, "las violencias hacia la infancia y la adolescencia son un fenómeno a menudo invisibilizado, especialmente en este tiempo de pandemia. La creación de estos equipos ayuda a la sensibilización, detección y abordaje multidisciplinario de estas situaciones tan complejas". La violencia sexual es especialmente crítica cuando las víctimas son niños, niñas y adolescentes, ya que como asegura Mireia Forner, psicóloga clínica del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitari Vall d’Hebron, “pueden presentar secuelas en la salud mental a corto, mediano y largo plazo”. Por eso, “es importante ofrecer a estos niños, niñas y adolescentes y a sus familias cuidadoras tratamientos psicológicos basados en las guías de práctica clínica internacionales como la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma desde la red de salud pública".
En diferentes países de Europa y en los Estados Unidos hace años que existe el modelo de las Casas de los Niños (Barnahus) o de los Child Advocacy Centers, que permiten atender a los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia en un espacio acogedor por parte de profesionales con especialización y coordinación, evitando que el niño, niña o adolescente tenga que explicar los hechos vividos en diferentes ocasiones y a múltiples profesionales, reduciendo, por lo tanto, la victimización secundaria. De este modo, este modelo pone énfasis en el interés superior del o de la menor. En Cataluña, el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias inauguró el verano pasado un proyecto piloto de las Casas de los Niños en la ciudad de Tarragona.
"Es un proyecto que responde a un cambio de perspectiva centrado en los niños, niñas y adolescentes, sus necesidades y las de su familia cuidadora"
El Equipo EMMA plantea su actuación basándose en el modelo de las Casas de los Niños (Barnahus) y el equipo trabaja para realizar la intervención el máximo de coordinadamente con los diferentes dispositivos que intervienen en las situaciones de violencia (Asuntos Sociales, Interior, Justicia, Educación y Salud). Además, en cuanto a la protección, desde su puesta en marcha el equipo cuenta con profesionales referentes de la DGAIA para Barcelona ciudad para trabajar conjuntamente caso a caso. Giuliana Rios, trabajadora social sanitaria de Vall d’Hebron, afirma que “es un proyecto que responde a un cambio de perspectiva centrado en los niños, niñas y adolescentes, sus necesidades y las de su familia cuidadora; ofreciendo una atención integral por parte de un equipo multidisciplinario y en coordinación con todos los departamentos y dispositivos del territorio".
El Equipo EMMA también sensibiliza y forma a profesionales, no únicamente del Hospital Universitari Vall d’Hebron, sino también de su área de referencia, para crear una red de trabajo coordinada, elemento imprescindible en la atención a estos casos.