Uno de los principales obstáculos en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo es la adquisición de resistencia de las células tumorales a los fármacos convencionales de quimioterapia. Ahora, un nuevo trabajo dirigido por la doctora Sandra Peiró, investigadora principal del Grupo de Dinámica de la Cromatina en Cáncer del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), ha descubierto que el ADN de las células tumorales de este tipo de cáncer está mucho más compactado de lo habitual en comparación con otros tipos de células tumorales, lo que provoca mayor resistencia a la quimioterapia. Este trabajo señala como la descompactación de la cromatina podría ayudar a mejorar la eficacia de estos fármacos. El trabajo ha sido publicado en acceso abierto en la revista Oncogene.
En su investigación, la doctora Sandra Peiró y su equipo han podido comprobar como la oxidación de la histona H3 es clave en la inducción de la compactación del ADN y como esta compactación estaría relacionada con la resistencia a tratamientos. "Esto hace que sea más difícil que los fármacos basados en el daño del ADN tengan acceso a este ADN, produciéndose por tanto una resistencia a este tipo de tratamientos", continúa la doctora Peiró.
"Esto hace que sea más difícil que los fármacos basados en el daño del ADN tengan acceso a este ADN, produciéndose por tanto una resistencia a este tipo de tratamientos"
También han descubierto que la inhibición de la enzima LOXL2 evitaría que se produjera esta compactación, que se ha visto que es muy habitual en el cáncer de mama triple negativo, y que dificultaba el acceso de los fármacos al núcleo de las células tumorales. "Esto se produce en diferentes tipos de tumor, pero hemos visto que en los de mama triple negativo, que son de los más resistentes a los fármacos convencionales, esta enzima LOXL2 se da en una gran cantidad. Esto podría indicar que es uno de los mecanismos de resistencia de estos tumores", explicó la doctora Sandra Peiró.
DESARROLLAR UN INHIBIDOR DE LOXL2
Aunque por el momento solo se ha podido probar en células in vitro y en modelos de ratón, los datos obtenidos señalan que una inhibición de LOXL2 en combinación con fármacos de quimioterapia convencional podría tener resultados relevantes en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo.
"Desarrollar un fármaco específico contra la actividad nuclear de LOXL2, algo que se podría hacer, en principio, nos permitiría actuar directamente contra el origen del problema y conseguir mejores resultados de los tratamientos"
Para llevar a cabo su investigación, y ante la inexistencia por el momento de fármacos que inhiban de forma específica la función nuclear de LOXL2, el equipo de la doctora Peiró empleó azacitidina, un agente que desmetila el ADN y provoca que se "abra" el ADN. Aunque este mecanismo no está relacionado en absoluto con LOXL2, sí se asemeja a lo que sería la descompactación de esta cromatina. "Sin embargo, desarrollar un fármaco específico contra la actividad nuclear de LOXL2, algo que se podría hacer, en principio, nos permitiría actuar directamente contra el origen del problema y conseguir mejores resultados de los tratamientos", finalizó la doctora Peiró.
Este trabajo, liderado por la doctora Peiró y su equipo del Grupo de Dinámica de la Cromatina en Cáncer del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), ha sido fruto de una colaboración entre varios grupos de investigación. Han participado investigadores de la UPF como David Andreu, del Departament de Ciències Experimentals i de la Salut, o Travis Stracker, del IRB Barcelona, entre otros. Del VHIO ha participado el Grupo de Factores de Crecimiento, que lidera el doctor Joaquín Arribas, a su vez, director científico de Ciberonc. Además, también ha recibido financiación del Instituto Carlos III, a través de sus ayudas FIS, de la Fundació La Marató de TV3 y de la AECC, entre otros.