Toni Comín, exconsejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, ha valorado en una entrevista en el diario Ara la probabilidad de su incorporación al Parlamento Europeo como diputado por Junts per Catalunya. Una posibilidad que se producía tras el anuncio por parte del Parlamento Europeo del levantamiento de la prohibición de entrada a la institución (extensible al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont) tras la decisión del tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la necesidad de haber conocido a Oriol Junqueras como eurodiputado.
En esta entrevista Comín ha explicado a los catalanes que tienen que asumir acciones “duras”, si realmente desean separarse de España. "La independencia low cost no existe. ¿Es suficiente el desgaste reputacional del Estado? ¿O tenemos que ir también a un desgaste económico? Podría ser que tengamos que ser un problema también económico para Europa para acabar de ganar esta batalla política".
La decisión tomada por el Parlamento Europeo ha animado al exconsejero de Salud de la Generalitat de Cataluña a presionar a los estados miembros de la Unión Europea (UE) para que apoyen el proceso de independencia.
"Podría ser que tengamos que ser un problema también económico para Europa para acabar de ganar esta batalla política"
Comín ya compartió algunas de estas ideas en una entrevista anterior concedida a El Periódico. Entre estas explicaba que los catalanes podrían enfrentarse a consecuencias económicas negativas en caso de independencia, pero ve necesaria la “confrontación con el Estado español”. "Es necesario un tipo de movilización nuevo, sostenido, intenso, que vaya al desgaste material del Estado. Que tiene costes para la gente de Cataluña".
No duda en reconocer que, a pesar de los riesgos que implican, la defensa de las interrupciones en la productividad de la economía. Una postura compartida por Junts per Catalunya, ERC y desde la propia Generalitat como ha demostrado con su apoyo a los activistas desde el pasado mes de octubre a las interrupciones por parte de los activistas independentistas mediante cortes en carreteras o vías ferroviarias.
Una postura que mantiene desde hace varios años como ya comentaba en 2016 en una entrevista concedida al ediario.es: “Mucha gente en Cataluña ha perdido la esperanza en la solución clásica, tradicional, del problema catalán, que era el encaje federal, o confederal, y hoy solo cree en la única alternativa disponible, que es la independencia”.