El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) está estudiando un probable caso de Fiebre del Nilo en Cataluña. La paciente, una mujer de 76 años residente de El Prat de Llobregat (Barcelona), ingresó en el Hospital de Bellvitge, donde rápidamente pasó a la unidad de cuidados intensivos (UCI). El caso está declarado como probable por "la dificultad de realizar el diagnóstico definitivo".
Según ha explicado la Generalitat, no es sencillo detectar el caso, debido a que las PCR empleadas pueden dar un resultado negativo cuando la persona lleva tiempo con la infección. Ante esto, se debe recurrir a las serologías, que han dado positivo en varios momentos, pero que deben ser confirmadas por el Centro Nacional de Microbiología.
Ante la posibilidad de que el caso sea positivo, el Govern ha alertado a centros de Atención Primaria y hospitales para que estén alerta ante posibles nuevos casos
Sin embargo, ante la posibilidad de que el caso sea positivo, el Govern ha alertado a centros de Atención Primaria y hospitales para que estén alerta ante posibles nuevos casos. A a pesar de ello, por el momento no se han detectado más casos familiares ni en la zona.
También se ha realizado una investigación entomológica de la zona en la que reside la paciente, y el Banc de Sang i Teixits de Catalunya está llevando a cabo un cribado universal de esta patología en todas las donaciones, entre otras acciones.
La Fiebre del Nilo Occidental es una zoonosis causada por un virus del género flavivirus. Se trata de una patología que se transmite al ser humano a través de la picadura de moquitos del género culex, en la que cuatro de cada cinco personas pasan la infección de forma asintomática o con síntomas leves.
Las personas que sufren la enfermedad con síntomas graves presentan dolores, fiebre elevada, cansancio, erupciones cutáneas o vómitos. Además, en torno al 1% de los infectados, puede llegar a desarrollar un cuadro grave de encefalitis.
El Banc de Sang i Teixits de Catalunya está llevando a cabo un cribado universal de esta patología en todas las donaciones
La Fiebre del Nilo Occidental fue detectada en España en 2004, en aves. Desde entonces, el virus ha circulado entre aves y mosquitos, y también afecta a caballos. Ese año, el virus se detectó también en una persona que había pasado las vacaciones en la provincia de Badajoz, pero apenas se detectaron más casos humanos en los siguientes 15 años.
La situación cambió en 2020, cuando se vieron afectadas 77 personas de las provincias de Sevilla, Cádiz y Badajoz. El brote dejó ocho fallecidos y algunos afectados con secuelas neurológicas. Desde entonces, se diagnostican casos autóctonos cada verano.