Este lunes se ha inaugurado el nuevo edificio del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) en Barcelona. Este centro contará con unos 600 investigadores, que acabarán de trasladarse a lo largo de esta semana, y dispondrá de un ciclotrón (acelerador de partículas) y la última tecnología en terapias avanzadas para desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico y de tratamiento.
Han participado en la inauguración de la nueva sede del VHIR el presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa; la consellera de Salud, Olga Pané; la consellera de Investigación y Universidades, Núria Montserrat, el gerente del Hospital Vall d'Hebron, Albert Salazar, y la directora del VHIR, Begoña Benito.
Illa ha destacado la arquitectura, la investigación aplicada conectada con las necesidades del paciente y la proximidad del nuevo edificio del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR), que "conecta la investigación con los ciudadanos". Además, se ha comprometido a que su Govern apueste por el Hospital Vall d'Hebron y otros hospitales de Cataluña, y ha reivindicado el "impulso y la fuerza de la investigación y la red científica" como un indicador de la prosperidad.
El centro "conecta la investigación con los ciudadanos"
Salazar ha explicado que el nuevo VHIR, que tiene una superficie 16.792 metros cuadrados y está ubicado en el espacio que antes ocupaba la lavandería del hospital, es la "primera piedra de todo el nuevo complejo de Vall d'Hebron".
El nuevo edificio cuenta con cuatro plantas: la -1 acoge el apoyo científico y técnico con el ciclotrón y el centro de terapias avanzadas; la administración y la sala de actos están en la planta 0 y las plantas 1 y 2 están destinadas a la investigación.
Benito ha destacado que predominan los espaciosamplios y abiertos, compartidos entre diferentes grupos de investigación para favorecer la interacción entre los investigadores, así como "la colaboración, la sinergia y la inclusividad".
La nueva sede pretende ser un hub de innovación para promover alianzas público-privadas y nuevos proyectos
La nueva sede pretende ser un hub de innovación para promover alianzas público-privadas y nuevos proyectos con la finalidad de transferir conocimientos mediante la creación de empresas, atraer nuevos inversores y compañías biotecnológicas o farmacéuticas.
El equipamiento también será "un punto de encuentro entre ciudadanía y personal investigador", por lo que dispone de espacios polivalentes para fomentar la divulgación, la docencia y la participación ciudadana. El diseño del edificio, a cargo de les estudios catalanes Bass Arquitectura y Espinet/Ubach, pretende fundirse con el entorno través de un diseño "mediterráneo, moderno, sostenible y eficiente" con una cobertura vegetal en la terraza.
La construcción del nuevo VHIR ha costado 43 millones de euros, 17.050.000 de ellos procedentes de la Generalitat (12 millones del fondo Feder para el Desarrollo Regional y5.050.000 de la Conselleria de Salud).La Fundación La Caixa ha aportado 3 millones y Ferrer 250.000 euros, mientras que 7.875.150 procedían de fondos propios del VHIR, 4.459.396 de donaciones y 10.513.197 de un préstamo de la Generalitat.