El III Convenio SISCAT se acerca a su fecha de caducidad, 31 de diciembre de 2024, y los diferentes agentes sociales comienzan a tomar posiciones ante las próximas negociaciones que están por abrirse con las patronales. El sector profesional de la sanidad concertada espera que esta nueva ventana de oportunidad pueda servir para conseguir un renovado convenio donde se plasmen mejoras que consideran todavía pendientes para su colectivo. Un escenario que supone también el primer frente laboral que deberá abordar la consejerade Salud, Olga Pané.
De esta manera, desde ConSalud.es hemos querido conocer los principales ámbitos que Metges de Catalunya (MC) desearía ver contemplados en el nuevo marco laboral para el SISCAT. No en vano, el sindicato facultativo asegura que afrontará con la "máxima ambición" las negociaciones, con el objetivo de que, a diferencia de los anteriores convenios que situaban el foco sobre otros colectivos, las medidas acordadas ahora sí puedan servir para mejorar "inequívocamente" las condiciones laborales y retributivas del personal médico.
“Todavía no existe una regulación que limite el número de horas anuales de guardia, que ofrezca una vigilancia estricta en los descansos posguardia o que establezca un límite de edad para que pasen de ser obligatorias a voluntarias”
Entre las principales mejoras por implementar que el portavoz del Sector Concertado de Metges, Josep María Serra, plantea a nuestro medio, aparecen aspectos como la equiparación de la jornada laboral a la que se desarrolla en el SNS; regular sus guardias, tanto presenciales como localizadas, para racionalizar el descanso, conciliación y remuneración; habilitar efectivamente los periodos de jornada no asistencial (formación, docencia e investigación); limitar la merma económica de los facultativos en situaciones de incapacidad transitoria; o, en definitiva, revertir todos los recortes “heredados” desde hace años.
En relación con la jornada laboral, el portavoz sindical refleja que el nuevo convenio debería recoger que todos los grupos profesionales tuviesen “un mismo número de horas anuales”, puesto que ahora “las plantillas médicas de la sanidad concertada catalana son el colectivo que mayor horario acomete”. En concreto, apunta, están en unas 1.668 horas de jornada ordinaria de media. “Todos los agentes sociales parecían de acuerdo en que esta equiparación era de lógica, pero finalmente esta voluntad no llegó a materializarse en el anterior convenio”, refleja Serra, quien espera que ahora no “vuelva a obviarse”.
“Los médicos no podemos ir a remolque de las mejoras aprobadas para otros colectivos que trabajan en el sistema”
Respecto a las guardias, desde Metges lamentan que no exista una limitación de las mismas ni se les abona “suficiente” la actividad extraordinaria. Los médicos de la concertada hacen guardias de atención continuada –presenciales- y también otras que son localizadas. “Todavía no existe una regulación que limite el número de horas anuales de guardia, que ofrezca una vigilancia estricta en los descansos posguardia o que establezca un límite de edad para que pasen de ser obligatorias a voluntarias”, explica el facultativo catalán, admitiendo que es un elemento “preocupante”.
Además de todo esto, el portavoz de MC para el sector concertado marca otros puntos esenciales que pondrán sobre la mesa en la negociación de un nuevo convenio colectivo, como la actualización y mejora salarial, una nueva regulación de la carrera profesional, el reconocimiento de la antigüedad del personal, la definición de un nuevo modelo de formación continua o la extensión de incentivos por plazas de difícil cobertura –en AP- también al ámbito hospitalario. “Los médicos no podemos ir a remolque de las mejoras aprobadas para otros colectivos que trabajan en el sistema”, lamenta Serra.
“En el fondo de todo surge un problema esencial, que la Administración termine obviando estas coherentes demandas para nuestro colectivo ante la pregunta: ‘¿Y esto cuánto nos va a costar?’”
De esta manera, para Metges uno de los principales retos de la negociación será aproximar “lo más posible” las condiciones de trabajo del SISCAT y del Instituto Catalán de Salud (ICS). Igualmente, el sindicato liga la negociación del próximo pacto laboral de los trabajadores del SISCAT a los presupuestos de Salud para 2025. Considera que si la Generalitat no aprueba las cuentas, el departamento de Olga Pané no tendrá “los recursos adicionales necesarios” para poder ofrecer durante la negociación del convenio concertado y favorecer el entendimiento entre las partes.
En esta línea, Serra observa que, pese a que sus demandas puedan “basarse en un razonamiento comprensible”, ponerlas en marcha requerirá un compromiso en la inversión. “En el fondo de todo surge un problema esencial, que la Administración termine obviando estas coherentes demandas para nuestro colectivo ante la pregunta: ‘¿Y esto cuánto nos va a costar?’”, advierte el portavoz de Metges, quien llama a poner el foco en “racionalizar ese gasto, planificar los recursos y auditar que se destine verdaderamente a lo más esencial”.