La Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña ha elevado a 1.066 los heridos en la actuación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante la jornada del 1 de octubre en la que se celebró el referéndum ilegal.
Según informaCrónica Global, la institución que dirige Toni Comín se ha defendido de las críticas del entorno politico y sanitario que aseguraban que se habían aumentado artificialmente los atendidos. En este sentido, tanto el delegado del Gobierno de España, Enric Millo como The Guardian han dudado públicamente de la cifra proporcionada por Salud.
Un 43,9% fueron atendidos por policontusiones y otro 38,6% recibieron atención médica por contusiones
La Generalitat de Cataluña señala que el 1-O hubo un total de 991 heridos que fueron atendidos en hospitales y ambulatorios catalanes. De ellos, un 43,9% fueron atendidos por policontusiones y otro 38,6% recibieron atención médica por contusiones.
En las jornadas posteriores a la consulta suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), la Consejería de Salud apunta que otras 75 personas visitaron los centros de salud. El 53,3% presentaban contusiones, mientras que el 40%, policontusiones, según el equipo de Comín. Así mismo y con lo que respecta a las crisis de ansiedad, el Gobierno que preside Carles Puigdemont explica que Salud tuvo que intervenir en 64 ocasiones.
LAS ACUSACIONES DE COMÍN
El consejero de Salud, Toni Comín, ha calificado de "indignos" a quienes pusieron en duda que hubo un gran número de heridos y que mil personas fueron atendidas por los servicios sanitarios tras la actuación policial del 1-O.
El titular de salud pública, que ha inaugurado en Manresa el XX Congreso de Médicos y Biólogos de Lengua Catalana, ha confiado en que con la publicación de este informe "se acabará de manera rotunda la indignidad de poner en duda la cifra de las personas atendidas por nuestros profesionales, la indignidad de quien ha negado los datos".
Con la publicación de este informe "se acabará la indignidad de quien ha negado los datos"
Para Comín, quien ha puesto en duda que tantas personas hubieran resultado lesionadas "no es consciente de que a quien estaba ofendiendo no era el Departamento de Salud, sino a los profesionales sanitarios que han hecho los diagnósticos, que han atendido a los pacientes, y a las propias personas atendidas, que han sido las víctimas de esta represión".
El responsable de Salud ha afirmado que con la publicación del informe practican "una política de transparencia, pero con el límite sagrado de la protección de los datos personales. Por tanto, el informe no da nombres y apellidos, pero sí datos suficientemente detalladas sobre las personas atendidas por el sistema de salud".