Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación sobre el fallecimiento de un científico que estudiaba una enfermedad contagiosa en un laboratorio de la Universitat de Barcelona (UB) producida en 2022, tras haber tenido contacto con “miles de muestras no autorizadas” y sin registro de entrada con las que, supuestamente, trabajó el científico.
En una entrevista concedida a la Cadena SER, el jefe de la Comisaría de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, Ramón Chacón, ha indicado que comproborán “qué es lo que ha pasado y qué puede haber, por si hay imprudencias o incluso un delito, ya veremos. Tenemos que ser muy cuidadosos con este tema porque tenemos que ver si ha pasado algo".
Nueve personas que trabajaron en el laboratorio afectado en 2020 podrían haberse contagiado
Los hechos investigados ocurrieron en 2020, cuando el científico desarrolló síntomas compatibles con el síndrome de Creutzfeldt-Jakob, un trastorno cerebral poco habitual que en la mayoría de los casos es altamente contagiosa y letal. Después de dos años de baja, el bioquímico acabó muriendo en 2022 a los 45 años. Las “muestras no autorizadas” se encontraban en el laboratorio del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) donde trabajaba la víctima y con las cuales podría haber tenido contacto. Tras el hallazgo en diciembre del 2020, la UB decidió cerrar el laboratorio de manera inmediata y procedió a su descontaminación.
Fuentes de la UB afirmaron que abrieron una investigación en julio de este año para esclarecer el origen de esas muestras. Las instituciones han identificado hasta un total de nueve personas que trabajaron en el laboratorio afectado durante aquella época y que podrían haberse contagiado con estas muestras no autorizadas. La preocupación radica en que la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es una patología neurodegenerativa que se incuba en silencio durante años pero cuando aparecen los primeros síntomas puede provocar la muerte en menos de seis meses.