La fuga de los MIR es una de las realidades más sangrantes de nuestra sanidad. Un amplio grupo de médicos que terminan su especialidad optan por marcharse al sector privado o dejar nuestro país en busca de mejores condiciones laborales. Esta circunstancia resulta especialmente sangrante en un contexto en el que los servicios de salud encuentran serias dificultades para cubrir sus necesidades de plantilla. El Sistema Nacional de Salud pierde, por tanto, la oportunidad de retener a estos facultativos en los que se han invertido recursos para su formación y se ve privado del necesario relevo generacional.
Esta preocupante radiografía ha tenido su reflejo en la última encuesta desvelada por Metges de Catalunya (MC), en la que se refleja que hasta el 70% de los residentes de la región consideran “agobiante” la carga laboral que viven y se plantean marcharse al extranjero. Respecto a los médicos que han superado el examen MIR 2024, la circunstancia no resulta más halagüeña; la última convocatoria se ha saldado con un récord de 22 plazas vacantes en Cataluña, a las que se tendrán que sumar las previsibles renuncias (48 en 2023).
“El problema viene por las condiciones laborales que te encuentras en el sistema público una vez terminas la formación"
“Es un nuevo toque de atención al Departamento de Salud”, confiesa a ConSalud.es la residente de 4º año de Medicina de Familia y Comunitaria en el Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi (Barcelona), Mercè Gil, quien constata también el hecho de que "trabajar 24 horas es agotador a nivel físico y mental y también supone un riesgo para los pacientes". Asimismo, resalta que 3 de cada 10 residentes han pensado en dejar la formación y queun 37%se lo han planteado por motivos de salud mental.
De esta manera, cuando los médicos en formación ocupan su plaza de residentes descubren un escenario de trabajo –dependiendo de la especialidad y centro- que puede llegar a desalentarles de cara al futuro. Comprueban de primera mano que la carga asistencial se apodera de muchos centros, que los sueldos no siempre son acordes a su esfuerzo y que las guardias complican sobremanera su descanso y conciliación. “El problema viene por las condiciones laborales que te encuentras en el sistema público una vez terminas la formación. Son puntos que preocupan y que habría que mejorar”, explica.
“Ahora tenemos disparidad de condiciones dependiendo del centro. El objetivo sería unificar estos parámetros para todos y hacerlos atractivos”
En este sentido, desde MC han puesto sobre la mesa del futuro Govern la creación de un estatuto MIR para facilitar la fidelización de los médicos que acaban la formación en el sistema sanitario público. El mismo permitiría garantizar una “regulación mínima” de las condiciones de los médicos internos residentes, en ámbitos como las horas de trabajo semanal, el número máximo de guardias o los salarios, entre otras. “Ahora tenemos disparidad de condiciones dependiendo del centro. El objetivo sería unificar estos parámetros para todos y hacerlos atractivos”, señala la residente.
Las guardias son un buen ejemplo de la desigualdad que existe entre los MIR, dado que estas se ceban especialmente con los profesionales que se forman en los hospitales respecto a los que se encuentran en el primer nivel asistencial. “Respecto a las guardias, suelen sufrir más los residentes de hospitalaria y de quirúrgicas, ya que en Atención Primaria, normalmente, estamos más acompañados, con más presencia de equipo”, refleja la facultativa catalana de MFyC, quien aclara que, al terminar la formación, “nosotros encontremos unas condiciones laborales más preocupantes”.
“Un 85% de los residentes encuestados desearían suprimirlas -las guardias 24h- y el 77% estaría dispuesto a cambiarlo por un formato de turnos de 12 horas, aunque suponga ir más días al hospital”
En esta línea, este nuevo marco laboral podría servir para modificar las actuales guardias de 24 horas. No en vano, la propia ministra de Sanidad, Mónica García, adelantó que la eliminación de estos largos periodos sería uno de los objetivos de su mandato, si bien, por el momento, no se ha producido ningún paso en firme en este sentido. Lo que queda claro es que los MIR estarían a favor; en concreto, “un 85% de los residentes encuestados desearían suprimirlas y el 77% estaría dispuesto a cambiarlo por un formato de turnos de 12 horas, aunque suponga ir más días al hospital”, destaca la Dra. Gil.
De esta manera, el sindicato médico catalán pretende ahora formalizar los pormenores de la propuesta de este estatuto MIR para hacérsela llegar al próximo Gobierno de la Generalitat que está por formarse. “Ahora la intención es trasladarlo a los responsables sanitarios, pero tras las elecciones todavía no hay un Ejecutivo formado. Vamos a ser prudentes y esperar a ver si los nuevos dirigentes tienen sensibilidad con este asunto y surge de ellos hacer alguna propuesta”. En caso de ser bien recibida, concluye, la idea es “empezar a trabajar en esta línea”.