La Sanidad catalana vive pendiente de la parálisis política que ha supuesto la no aprobación de los presupuestos para este 2024 y la consiguiente convocatoria de elecciones autonómicas de cara al 12 de mayo. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, adelantó los comicios ante la imposibilidad de sacar adelante las cuentas, principalmente por la negativa de los Comuns para dar luz verde al acuerdo presupuestario alcanzado entre ERC y PSOE. El propio Aragonés lamentó que con ello se habían frenado a “unas cuentas históricas” que contenían más de 12.000 millones para Sanidad.
En concreto, la propuesta suponía para Atención Primaria una inversión del 30,5% de los caudales totales destinados a Salud. Es decir, que de los 12.132 millones, 3.700 millones se hubieran destinado al primer nivel asistencial catalán, así como una mayor apuesta en salud mental.La paralización presupuestaria no es una buena noticia en ninguna circunstancia para los servicios asistenciales, pero, con todo, el secretario general de Metges de Catalunya, Xavier Lleonart, confiesa a ConSalud.es que el proyecto tumbado en el Parlament “resultaba malo de por sí”, dado que recogía unas “cantidades económicas inferiores a las finalmente gastadas el año anterior”.
Un presupuesto sanitario “no puede ser bueno cuando tú estás presentando unas cifras que son netamente inferiores a las consolidadas en 2023”
En este sentido, el responsable en el sindicato médico de Cataluña aclara que un presupuesto sanitario “no puede ser bueno cuando tú estás presentando unas cifras que son netamente inferiores a las consolidadas en 2023”. La Conselleria de Salud planteó invertir 12.132 millones durante el presente curso, a pesar de que “el presupuesto gastado el pasado año, finalmente, rondó los 15.000 y como mínimo deberían haber sido iguales, lo contrario no tendría sentido”. Una circunstancia que, por otra parte, suele ser habitual en las administraciones a la hora de proyectar inversiones que terminan inflándose con el transcurrir del año.
De esta manera, la sanidad catalana deberá funcionar temporalmente con la prórroga de unas cuentas que, al parecer de los facultativos, resultan insuficientes. A lo que, por otra parte, se añade el hecho de encontrarse ahora a merced de unos responsables políticos en periodo de interinidad hasta conocerse el escrutinio de las próximas elecciones y la posterior formación de un Gobierno. “Tendremos un periodo de tiempo entre seis meses y un año en el cual se producirá una parálisis de administración por la convocatoria electoral”, prevé Lleonart.
“Todos sabemos que cuando se convocan elecciones, el que está en el cargo dice ‘yo ya no me embarco en nada, porque de aquí cuatro días va a venir otro -o no- que me va a rectificar"
La incertidumbre que genera cualquier periodo electoral supone la mayor dificultad para entablar negociaciones con interlocutores políticos, asimismo dificulta el desarrollar nuevas iniciativas y políticas en salud. “Todos sabemos que cuando se convocan elecciones, el que está en el cargo dice ‘yo ya no me embarco en nada, porque de aquí a cuatro días va a venir otro -o no- que me va a rectificar lo que yo haga’, por lo tanto, no tiene sentido”. Igualmente, una vez se logre conformar el nuevo Gobierno, quienes lo ocupen pedirán “un plazo para hacerse con el sitio”, señala el secretario general de Metges.
En este contexto, el colectivo de médicos tiene claro que “la sanidad catalana quedará prácticamente agonizando en la lista de espera” de las preocupaciones políticas. “Nos vamos a un escenario de parálisis total y absoluta de la Administración, con el perjuicio que representa para un sistema sanitario que está muy tocado”, lamenta el facultativo. Sin embargo, desde Metges tampoco consideran que nos encontremos en ninguna situación alarmante por la llegada de los comicios, dado que la propia estructura y profesionales de la sanidad sostendrán el funcionamiento habitual del sistema, “como siempre ocurre”.
RESPETAR LO PACTADO
Xavier Lleonart explica también que en la actualidad existen una serie de “mecanismos y vías de diálogo abiertas” con todas las fuerzas sociales de Cataluña, así como diferentes pactos firmados con la Administración, como el III Acuerdo del Instituto Catalán de Salud (ICS), rubricado en la Mesa Sectorial para la mejora de las condiciones laborales del personal sanitario. “No concebiríamos que por muchos cambios que hubiera en la Conselleria no se fuera a respetar lo acordado. Además, por nuestros diálogos con diferentes grupos políticos no parece que esto estuviese en la mente de nadie”, apunta.
“Hay que coger el toro por los cuernos; saber de una vez por todas de cuántos profesionales disponemos en el territorio, para así poder formarlos, incentivarlos y organizarlos adecuadamente”
En este sentido, el consejero de Salud en funciones, Manel Balcells, aseguró recientemente que "se cumplirá y se pagarán los salarios" pactados a los profesionales sanitarios en el III Acuerdo del ICS, que supone 320 millones de euros destinados a mejorar las condiciones laborales de más de 55.000 profesionales de 289 equipos de Atención Primaria y 8 hospitales catalanes. Si bien, el responsable sanitario admitió que, por la falta de presupuestos, sí habrá acciones que la Conselleria de Salud “no podrá realizar” durante los próximos meses.
De esta manera, los facultativos catalanes esperan que la próxima legislatura pueda ser el comienzo de una etapa en la que se aborden los importantes retos que asolan la salud catalana. “Hay que coger el toro por los cuernos; saber de una vez por todas de cuántos profesionales disponemos en el territorio, para así poder formarlos, incentivarlos y organizarlos adecuadamente”, pide Xavier Lleonart, quien llama a hacerlo pronto, pues "será de aquí 10 años cuando se verá el fruto de la planificación que se puede hacer ahora”, concluye.