Aunque logró rebajar ligeramente las cifras, las medidas puestas en marcha por el exconsejero de Salud de Cataluña, Toni Comín, para reducir las listas de espera quirúrgica, no han servido para que la autonomía catalana dejara de ser la comunidad con mayor tasa de habitantes esperando para una operación.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, referentes a junio de 2017, en Cataluña había 156.862 personas esperando una intervención, cifra que supone más del doble que la siguiente autonomía con más pacientes, Valencia, que tenía 59.639. En total, por cada 1.000 habitantes catalanes, 21,97 estaban a la espera de alguna operación.
El 25% de los pacientes catalanes incluidos en la lista de espera llevaban más de seis meses esperando una operación
Por otro lado, y aunque en este caso Cataluña es superada por Castilla-La Mancha y Canarias, la sanidad catalana, liderada entonces por Comín, registraba un tiempo medio de espera para una intervención de hasta 149 días y hasta el 25% de los pacientes llevaban seis meses o más en la lista de espera.
También liderando el “ránking” de datos negativos, las esperas en Cataluña afectan directamente a las consultas externas con el médico especialista. De esta forma, en el pasado mes de junio, hasta 286.442 personas estaban a la espera de una cita con el médico, más que en ninguna otra autonomía y la espera media era de hasta 87 (casi tres meses), elevándose incluso hasta los 118 días para ser atendido por el urólogo. De hecho, según Sanidad, más del 39% de los pacientes llevaban más de dos meses esperando una consulta externa hospitalaria.
Las cifras oficiales, además, no distan mucho de las ofrecidas el pasado mes de julio por la propia Consejería de Salud catalana, que reconoció que desde diciembre de 2016 hasta la mitad del año 2017 el número de personas que esperaban para operarse en Cataluña se había reducido tan solo en 606 (un 0,4%), mientras que había aumentado en 1.628 los pacientes inscritos en el registro de operaciones de procedimientos garantizadas.