El Gobierno de Cataluña oficializó el pasado mes de septiembre el nombramiento de Josep Manuel Pomar como nuevo director gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS). El nuevo responsable de la empresa pública de servicios sanitarios más grande de Cataluña, con 52.000 empleados a su cargo, es licenciado en Medicina por la UAB y ha sido director gerente del Hospital Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, director general del Servicio de Salud de las Islas Baleares y director gerente del Complejo Asistencial de Málaga, entre otras experiencias previas. Desde ConSalud.es hemos querido conocer cómo encara su mandato al frente del ICS, así como las principales líneas de actuación que se marca para abordar los desafíos que se le presentan a la sanidad pública catalana.
Tras su larga experiencia en gestión sanitaria, ¿cómo ha afrontado el reto de hacerse cargo de la gestión del Instituto Catalán de la Salud, la empresa pública de servicios sanitarios más grande de Cataluña?
Con ilusión, porque es imprescindible en cualquier proyecto y con la responsabilidad que supone corresponder a la confianza que se me ha dado por parte del Consejo de Administración del ICS y de la Consellera -Olga Pané-, así como a las expectativas de los profesionales y los equipos que dirijo. El ICS no sólo es grande en tamaño y en su gran valor de servicio público de salud, es también importante en su potencial innovador y de transformación, algo quizás menos valorado y que debemos potenciar.
En base a su experiencia, ¿qué ha aprendido y qué análisis hace de la situación actual de la sanidad catalana y española?
La sanidad catalana, su modelo organizativo, tiene algunas peculiaridades que la diferencian de la del resto de España, por tanto presenta también en estos momentos algunos rasgos distintos (el modelo de concertación, los sistemas de pago, su extensión territorial) y otros elementos, unos positivos y otros mejorables, en común con las otras Comunidades Autónomas. Aunque han pasado cuatro años, todavía se nota el impacto que tuvo la pandemia del Covid-19, tanto en los profesionales, que acusaron el esfuerzo, como en la recuperación de la normalidad. Con la pandemia hemos crecido en recursos, pero se ha resentido la actividad y en algunos casos la accesibilidad, cuyo resultado más palpable son las listas de espera todavía por normalizar.
"Compartimos un déficit de financiación que a pesar del margen en mejora de la gestión, que seguro que existe, seguirá siendo un aspecto crítico, si queremos mantener los niveles de servicio actuales"
Por otra parte, nuestro sistema sanitario, que sin duda es de los mejores del mundo, expresa la lógica fatiga de un modelo creado en los años 80 y que se ha resistido a ser reformado, a pesar de las múltiples propuestas, informes y recomendaciones de expertos. La necesidad de cambios es compartida por los actores del sistema y por la población, sin embargo, la sensación es que esta transformación no llega. Pero, es precisamente en estos momentos que, en Cataluña se ha impulsado una iniciativa, la del Comité para la evaluación, innovación y reforma operativa (CAIROS) cuyo objetivo es abordar algunas de estas reformas, mediante la identificación de proyectos transformadores y su activación. Estoy convencido de que esta operación acabará impactando en el conjunto del sistema.
Finalmente, compartimos un déficit de financiación que a pesar del margen en mejora de la gestión, que seguro que existe, seguirá siendo un aspecto crítico, si queremos mantener los niveles de servicio actuales e incorporar la innovación orientada a mejorar la calidad de vida de las personas,
Falta de facultativos en muchas especialidades, sobrecarga asistencial, cronicidad, envejecimiento de la población... Los retos por delante para la sanidad pública no son pocos. ¿Por dónde pasa su apuesta para darles respuesta?
La falta de facultativos en algunas especialidades y los desequilibrios en su reparto obligan a replantear el actual modelo en la organización de los servicios. En el ámbito de las especialidades hospitalarias las redes asistenciales, en las que los hospitales terciarios comparten recursos con los hospitales generales y comarcales, junto con el uso de tecnologías que permiten ofrecer atención y apoyo a los equipos a distancia, serán dos de las respuestas a esta distribución de los profesionales.
"Desde la Conselleria se está impulsando el acercamiento entre el sector salud y el social, algo que es en parte lección aprendida de la pandemia"
En el caso de la Atención Primaria, además de nuevas herramientas digitales, la incorporación de nuevos roles profesionales y el abordaje en micro-equipos, con experiencias como la que en Cataluña se denomina la UBA-3 (médico, enfermera, asistente) son fórmulas que se van a reforzar desde el ICS, también para equilibrar esta sobrecarga que se percibe en algunos casos. Por otra parte, desde la Conselleria se está impulsando el acercamiento entre el sector salud y el social, algo que es en parte lección aprendida de la pandemia y que ahora abre nuevas oportunidades.
¿Cuáles son las principales metas que se ha marcado durante su mandato? ¿Cómo definiría sus primeros pasos o prioridades?
El primer paso es escuchar y respetar todo lo bueno que han ido construyendo los equipos que nos han precedido. Junto con el CatSalut, queremos impulsar el desarrollo del ICS como empresa pública, sometido al derecho privado, como establece la propia ley del ICS, algo que se debe plasmar en un Contrato Programa similar al resto de entidades proveedoras del SISCAT (el sistema sanitario integral de utilización pública de Cataluña).
"Entre las prioridades identificamos la necesidad de modernizar las infraestructuras y la de consolidar el nuevo modelo organizativo por el que el ICS ha optado"
Por otra parte, hay que enfatizar la estrategia de salud centrada en las personas y la orientación a resultados mediante la orientación que nos ofrece el Value Based Health Care, una línea, la del valor, en la que ya han trabajado algunos de nuestros centros y que requiere de acciones conjuntas. Entre las prioridades identificamos la necesidad de modernizar las infraestructuras y la de consolidar el nuevo modelo organizativo por el que el ICS ha optado.
Entre sus tareas surge el despliegue del III Acuerdo de Condiciones Laborales, pactado la pasada legislatura. ¿Cómo lo valora y qué planes tiene al respecto?
Este tercer acuerdo ha supuesto una importante mejora retributiva para la mayoría de los trabajadores del ICS, un ajuste de la jornada y otros aspectos innovadores en relación a las guardias, la carrera profesional o la incorporación de los médicos que han acabado su etapa formativa vía MIR. Este acuerdo no tiene por qué ser el final de las mejoras de los trabajadores, queremos seguir mejorando diferentes aspectos de algunos colectivos. Su coste supera los trescientos millones y en estos momentos está previsto finalizar su despliegue a finales de este año, una vez superados algunos escollos menores. El tercer acuerdo nos debe permitir a todos, trabajar en un clima de mayor tranquilidad y centrarnos en los retos pendientes.
La Atención Primaria se presenta como otro importante foco de trabajo. ¿Por dónde pasa la estrategia para reforzar y empoderar este primer nivel asistencial?
Ya hemos corroborado que se va a mantener el modelo por el que optó el anterior equipo, que supone la creación de las gerencias de Atención Primaria, separadas de las gerencias Hospitalarias. Aunque este sistema plantea algunas incertidumbres, pensamos que debe aprovecharse para empoderar a la Atención Primaria, pero al mismo tiempo recomponer un marco de relación con el sistema hospitalario y con el social.
"Tenemos que seguir trabajando conjuntamente para avanzar en una Atención Primaria más resolutiva y accesible, sin perder de vista la necesidad de prestar atención a las preocupaciones de los profesionales"
En este contexto tenemos que seguir trabajando conjuntamente para avanzar en una Atención Primaria más resolutiva y accesible, sin perder de vista la necesidad de prestar atención a las preocupaciones de los profesionales, que en ocasiones se sienten desbordados por la presión y los nuevos retos impulsados por los cambios sociales.
¿Qué mensaje le gustaría mandar a los 52.000 empleados que conforman el ICS?
En primer lugar, un mensaje de receptividad y de escucha. No habrá cambios ni mejoras sin la participación de todos. Me gustaría transmitir que estamos ante una oportunidad importante que requiere consenso y trabajo en común. La mayoría de profesionales de la salud comparten inquietudes de mejora en su ámbito de actuación y debemos animarnos mutuamente paraidentificarlas buenas prácticas, en particular las que ponen al paciente en el centro, algo que requiere definir buenos procesos, coordinación y trabajo multidisciplinar.