Estudios científicos ponen en evidencia que el descanso nocturno es fundamental en la recuperación de los pacientes ingresados. El descanso nocturno correcto (es decir, dormir al menos seis horas seguidas) tiene repercusiones positivas sobre la salud. Por este motivo, Vall d’Hebron ha puesto en marcha “Buenas Noches, Vall d’Hebron”, una iniciativa que tiene como objetivo favorecer el descanso nocturno de los pacientes.
Como explica Consuelo Álvarez, adjunta a la Dirección de Enfermería de Vall d’Hebron, “las interrupciones del sueño acostumbran a ser habituales en los hospitales por la propia actividad asistencial. En Vall d’Hebron hemos decidido cambiar esta tendencia”. Como añade Nines Peñuelas, adjunta de Enfermería del Servicio de Oncología Médica de Vall d’Hebron, “no disfrutar de un sueño reparador continuado puede generar la aparición de delirios, con mayor incidencia en la gente mayor. Además tiene consecuencias negativas en el sistema inmunitario o el dolor de los pacientes oncológicos”.
Por lo tanto, mejorar el descanso nocturno “evita la somnolencia diurna, mejora el rendimiento cognitivo, evita consecuencias negativas en el sistema inmunitario y reduce el riesgo de caídas, dolor, hipertensión y alteraciones del estado de ánimo”, remarca Nines Peñuelas.
El descaso nocturno evita la somnolencia diurna y reduce el riesgo del dolor
“Mucha gente piensa que los hospitales son lugares ruidosos y que no se puede hacer nada. Pero no queremos que sea así”, indica Consuelo Álvarez. Por eso nace una iniciativa como “Buenas Noches, Vall d’Hebron” (#BonaNitVH). Las acciones concretas que se llevarán a cabo en Vall d’Hebron para favorecer el descanso nocturno de los pacientes están dirigidas tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes y los acompañantes.
La idea es, como explica Consuelo Álvarez, “que entre todos, entre profesionales y pacientes tenemos que colaborar para conseguir un ambiente tranquilo y favorecedor del descanso nocturno”. De este modo, cada día a partir de las 22h empiezan las acciones de #BonaNitVH: los profesionales avisan a los pacientes y los acompañantes que se inicia el periodo de descanso nocturno, utilizan un tono suave con los pacientes y otros compañeros. Se reduce la intensidad de la luz del pasillo y la zona de control. Se revisa la habitación y se adecua para minimizar el impacto de la luz y el ruido. Así, se apaga la luz de la habitación y se deja solo la luz frontal de las camas si es necesario, se bajan las persianas o cortinas, se revisan los dispositivos que pueden interferir provocando ruido o luz excesiva, y se cierra la puerta de la habitación al salir.
Los profesionales de enfermería hacen sus rondas nocturnas utilizando linternas
“Activamos el ‘modo noche’, y ponemos unos colgadores en los pomos de las puertas con consejos para reducir el ruido, llevamos chapas sobre la iniciativa, pedimos a los pacientes y los profesionales que hablen en un volumen bajo, que apaguen el televisor o utilicen auriculares para escuchar la radio, que pongan el móvil en vibración o silencio, que si necesitan luz usen el interruptor de luz suave —explica Nines Peñuelas—. Son acciones que, todas sumadas, permiten un descanso nocturno reparador”.
Como añade Consuelo Álvarez, “los profesionales de enfermería hacen sus rondas nocturnas utilizando linternas como fuente lumínica cuando los pacientes duermen. Nuestra filosofía es que mientras los pacientes duermen, seguimos trabajando para que puedan descansar tranquilamente”.