Desde hace varios meses, los focos políticos e informativos tenían marcado en el calendario la fecha del 21 de diciembre. Las elecciones catalanas convocadas por Mariano Rajoy representaban un punto de inflexión después de un año marcado por el conflicto institucional entre Gobierno central y Generalitat de Cataluña debido al ‘procés’ independentista.
Durante la campaña electoral, el debate político se ha centrado en el 'procés' independentista y se han dejado de lado problemas sociales como los que afectan al sistema sanitario
Sin embargo, y a pesar de inestabilidad ocasionada, tanto el bloque independentista como el llamado constitucionalista se han mantenido en sus alejadas posiciones durante la campaña electoral. Tanto ha sido así que el debate en estos días ha vuelto a estar centrado en el ‘procés’, dejando de lado los problemas de la sociedad catalana, como aquellos que afectan al sistema sanitario.
En este sentido, de los resultados electorales se puede extraer un respaldo de una buena parte de la población de Cataluña a las propuestas de República e independencia defendidas por JuntsxCat, ERC-Cat y la CUP, hasta el punto de que podrían volver a formar un Gobierno conjunto que superaría la mayoría absoluta necesaria en el Parlamento catalán. Por el contrario, el apoyo a otras fuerzas como Ciudadanos, PSC o PP no ha sido suficiente como para plantear una alternativa.
SISTEMA SANITARIO EN LA COLA
Mientras tanto, el sistema sanitario catalán continúa pendiente de un nuevo responsable político que lo dirija. A la espera de un nuevo Ejecutivo catalán, y con el exconsejero de Salud huido en Bruselas, la máxima autoridad sanitaria catalana es Dolors Montserrat, ministra de Sanidad. Cabe recordar que en los últimos siete años, se han celebrado en Cataluña cuatro elecciones (2010, 2012, 2015 y 2017), aunque solo han pasado dos responsables por la Consejería de Salud (Boi Ruiz, de 2010 a 2016, y Toni Comín, de 2016 a 2017).
Desde 2010, la FADSP ha colocado al sistema sanitario catalán entre los peor valorados del conjunto del Estado español
En este sentido, la repetición de comicios electorales ha podido influir de alguna manera en el estado del Servicio Catalán de Salud (CatSalut). Así lo indica el último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), donde se puede ver como el sistema sanitario catalán no supera, desde 2010, la mitad superior de la clasificación de los mejores sistemas españoles.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, así como las protestas surgidas por los profesionales sanitarios y los propios pacientes, aún están por resolver deficiencias como las altas listas de espera, la estabilidad de los trabajadores, la mejora de la Atención Primaria o el colapso de las urgencias. Además, desde 2011, el presupuesto sanitario catalán no supera los 9.000 millones de euros.