Laplacenta, que generalmente se rechaza después del parto, y la sangre residual del cordón umbilical son elementos que tienen un "abanico de oportunidades terapéuticas para muchos pacientes", según descibren expertos del Banc de Sang i Teixits y el Hospital Joan XXIII de Tarragona.
Por primera vez, han asistido a un parto en Cataluña en el que la gestante ha donado sangre de cordón umbilical y de placenta a la vez.
Quieren concienciar a las gestantes de esta "doble oportunidad" de ayudar a pacientes en el momento del parto y promover la donación conjunta de los dos elementos para optimizar el trabajo de equipos médicos y asistenciales.
Una vez nace el bebé, se añade la donación de leche materna, que sirve para ayudar a aquellos que han nacido de forma prematura extrema y no pueden ser amamantados en el primer periodo de vida.
Este año, 168 madres han dado la placenta después del parto y 643 han dado sangre del cordón umbilical
Este año, 168 madres han dado la placenta después del parto y 643 han dado sangre del cordón umbilical; mientras que en 2021 se registraron 370 donaciones de placenta y 1.565 donaciones de cordón umbilical.
La placenta es rica en nutrientes por lo que tiene propiedades curativas únicas. Se usa con mayor frecuencia para curar heridas traumáticas y úlceras diabéticas, situaciones en las que la piel no se cierra ni se cura por sí sola. También se utiliza para ayudar a personas con lesiones y enfermedades oculares, para procedimientos dentales y de columna y para lesiones deportivas.
Por otra parte, la sangre residual que queda en el cordón umbilical contiene células madre, un elemento sanguíneo esencial para tratar enfermedades graves de la médula ósea, como la leucemia o algunos cánceres, y también para hacer aplicaciones en medicina regenerativa. Sus componentes se pueden utilizar para favorecer la cicatrización y mejorar la calidad de vida de los enfermos.