Los indicadores socioeconómicos, de acuerdo con diversos estudios, están relacionados con la permanencia de pacientes en programas de atención a enfermedades crónicas. Esto puede impactar en la disminución de la esperanza de vida o en un aumento de las hospitalizaciones. En este sentido, el Hospital Universitario de Bellvitge ha evaluado el impacto del estado socioeconómico en la efectividad de programas globales de insuficiencia cardiaca.
Así, el estudio revela que la implementación de programas multidisciplinares, que integran Atención Primaria y hospitalaria, conlleva beneficios independientemente del nivel socioeconómico de los pacientes. Estos resultados se han obtenido mediante el análisis retrospectivo de los casos de 77.500 personas con insuficiencia cardiaca dadas de alta en Cataluña entre 2015 y 2019.
Para la realización del estudio, los casos de los pacientes estudiados se dividieron en dos grupos. Así, por un lado se encontraban los tratados en el área HUB-Delta del Llobregat por la UMICO (Unidad Multidisciplinaria de Insuficiencia Cardíaca Comunitaria), y por otro las personas atendidas en las demás áreas asistenciales catalanas.
Dr. Josep Comín: “Con este estudio hemos demostrado que las desigualdades socioeconómicas son un predictor de la evolución de pacientes con insuficiencia cardiaca"
Los resultados de la investigación revelan que durante el período de consolidación de la UMICO, en los años 2018 y 2019, se registró una reducción significativa de los reingresos y muertes relacionadas directamente con la insuficiencia cardiaca entre los pacientes de la unidad en relación al resto de pacientes catalanes.
En lo relativo al efecto de las desigualdades socioeconómicas, el estudio muestra la reducción de la mortalidad en los niveles bajo y muy bajo en el área HUB-Delta en relación al resto del territorio. Además, el riesgo de muerte, menor entre personas de los estratos alto o muy alto, ve también acentuada la tendencia entre las personas con insuficiencia cardiaca tratadas por la UMICO en el área HUB-Delta.
“Con este estudio hemos demostrado, por un lado, que las desigualdades socioeconómicas son un predictor de la evolución de pacientes con insuficiencia cardiaca y, por otro, que la implementación de un programa de modelo y de Atención Primaria integral optimiza el control de la enfermedad, independientemente de la situación socioeconómica de cada persona”, explica el Dr. Josep Comín, jefe del Área de Enfermedades del Corazón del Hospital de Bellvitge e investigador principal del grupo BIO-HEART del IDIBELL.