Hace apenas un año, el exconsejero de Salud catalán, Toni Comín, y el actual director del Servicio Catalán de Salud y representante sanitario de la Generalitat, David Elvira, presentaron un plan de choque para tratar de reducir los tiempos de espera quirúrgica y sanitaria en Cataluña, después de haberse registrado en ellos un importante incremento en los últimos años.
No obstante, el plan ideado por la Consejería de Salud no ha cumplido con los objetivos esperados. Así lo han denunciado desde el sindicato médico mayoritario catalán, Metges de Catalunya (MC), cuyo secretario general, Josep Maria Puig, ha detallado a ConSalud.es cuáles pueden ser las razones por las que el éxito de este plan ha brillado por su ausencia.
El secretario general de Metges, Josep María Puig, cree que "el mal trato deja cicatriz", refiriéndose a que no se ha incentivado de manera suficiente a los profesionales para que realicen las intervenciones
El fallo de inicio, según Puig, recae en que la dotación económica de este plan “era menos ambiciosa de lo que había sido programado previamente”. Por ello, Metges ya auguraba que “difícilmente” se iban a alcanzar los objetivos. Aún así, apuntan que la situación “no se ha estrellado tanto” por este hecho, el cual “se puede arreglar de un año para otro”, sino que el problema ha venido desde el ámbito profesional.
A pesar de que era un plan para desarrollarse durante un solo año, desde la Consejería se pensó en que la época de verano, aprovechando que normalmente hay menos intervenciones y existen más quirófanos libres, serviría “para dar un empujón a las listas de espera y empezar a limpiarlas”. No obstante, señalan que los gestores se toparon “con la realidad”.
El secretario general de Metges recuerda, en este sentido, que las condiciones de trabajo y la remuneración que ofrecían a los profesionales para ello no eran “para nada atractivas”. Así, no había sanitarios que se ofrecieran a realizar esta actividad. Puig sentencia que “el mal trato deja cicatriz”, en referencia a que el hecho de “desconocer la realidad” por parte de la Generalitat ha concluido en que no se cumplieran los objetivos.
MENOS TIEMPO, MÁS PACIENTES
Mientras que el objetivo de la Consejería de Salud era rebajar la lista de espera quirúrgica en un 10%, finalmente la reducción ha alcanzado "un escaso 0,4%"
Desde Metges de Catalunya han informado que, desde finales de 2016 hasta ahora, la lista de espera para una intervención quirúrgica se ha reducido “un escaso 0,4%”. Una disminución muy leve si se compara con el objetivo de la Generalitat que era rebajarlas en un 10%. A finales de marzo de 2018, el número de pacientes que esperaban para ser intervenidos quirúrgicamente en la sanidad pública catalana era de 164.103.
De la misma manera, tampoco se habrían cumplido los objetivos en relación a las demoras para ir al especialista y para someterse a pruebas diagnósticas. En el primero de los casos, el plan de Comín se fijó el objetivo de reducir un 50% la espera y otro 50% en el segundo. No obstante, hasta ahora sólo se han reducido en un 37,5% y un 42,3% respectivamente.
Así, se ha pasado de esperar, de media, 152 días para acudir a un especialista a los 95 días. Pese a ello, MC ha puntualizado que mientras los pacientes esperan menos, en el último trimestre del año ha crecido la lista hasta las casi 440.000 personas. Por su parte, la demora para las pruebas diagnósticas también se ha reducido de 85 a 49 días. Aún así, también ha incrementado el número de pacientes que esperan para ellas, en un 12,7%.