El Colegio de Médicos de Barcelona ha denunciado ante la Subdirecció General d'Avaluació i Inspecció Sanitàries del Departament de Salut al centro clandestino que indicaba a pacientes oncológicos que dejaran la quimioterapia e iniciar un tratamiento con imanes en dicho centro. El centro fue descubierto por el periodista Carles Tamayo y el biólogo Fernando Cervera y denunciado a través de un vídeo de cámara oculta.
Durante la grabación se hicieron pasar por una pareja preocupada ante el diagnóstico de cáncer de uno de ellos. Desde la clínica le indicaron que debía abandonar los tratamientos oncológicos y darle una pseudoterapia basada en el "poder curativo" de los imanes.
La clínica se negaba a hacer facturas, por lo que los afectados no podían reclamar
A lo largo de su infiltración, en la clínica denunciada les recomiendan no avisar a sus familias de que van a dejar la quimioterapia. Este hecho ya ha sido puesto de manifiesto en multitud de informes y alertas de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), que avisa de que muchas de las muertes que ocasionan estas prácticas no dejan registro porque las familias desconocen lo que pasa dentro de estas clínicas clandestinas. La misma asociación ha estimado en 18.000 los centros de estas características repartidos por España.
El Colegio de Médicos de Barcelona apunta que estos centros que ofrecen terapias sin estar registrados como centros sanitarios, infringen la Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, y el Real Decreto 1277/2003, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios.
“Llegamos a arruinarnos varias veces”, asegura uno de los afectados
El reportaje contó con la participación del presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, el doctor Jaume Padrós, y afectados por esta pseudoterapia. “Llegamos a arruinarnos varias veces”, aseguró uno de los afectados por la pseudoterapia del par biomagnético.
Durante su infiltración, Tamayo y Cervera fueron testigos de cómo le aplicaba el conocido como par biomagnético o biomagnetismo médico, una pseudoterapia peligrosa que es impartida en el centro junto a decenas más, como la homeopatía, la moxibustión o la cristaloterapia. Además, a la hora de pagar, desde el centro se negaron a hacerles factura. Esto suele ser un problema adicional a la hora de demostrar las ilegalidades que cometen estos centros, porque luego los afectados no pueden reclamar.