El presupuesto de gasto sanitario público en Cataluña debería incrementarse en más de 5.000 millones de euros al año para equipararse al de países con un sistema de salud comparable, teniendo en cuenta su Producto Interior Bruto (PIB) en términos reales y el grado de envejecimiento de la población.
Esta es una de las conclusiones que pone de manifiesto el estudio 'La enfermedad de la sanidad catalana: financiación y gobernanza', editado por el 'Cercle de Salut' y elaborado por el catedrático de economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y director del Grupo de Investigación en Economía de la Salud (CRES-UPF), Guillem López-Casasnovas, y el investigador del CRES Marc Casanova.
El trabajo alerta de que el déficit crónico puede llevar al sistema sanitario catalán a una situación crítica. El estudio pone en evidencia una infrafinanciación de hasta el 40 % a la luz de lo que se observa en la mayoría de los países de nuestro entorno.
El trabajo analiza la situación actual del sistema sanitario catalán desde una óptica comparada con países y comunidades autónomas en el periodo 2003-2016
El estudio tiene en cuenta el histórico de datos del periodo 2003-2016 (último año del que se tienen datos homologables para proceder a la comparativa), pero con suficiente representatividad. En 2016, Cataluña dedicó a la sanidad pública el 5,3 % de su PIB.
Ese mismo año, los países de la OCDE con sanidad universal destinaron, a esta partida, hasta el 6,81 % de media. "Sobre una población catalana que supera los 7,4 millones de habitantes y teniendo en cuenta el envejecimiento relativo y los ajustes correspondientes, cualquier intento de equiparar el gasto en sanidad pública en Cataluña a estas medias debería suponer un incremento de recursos sanitarios públicos de alrededor de 5.000 millones de euros sobre el presupuesto actual que, como es sabido, no cubre la totalidad de las obligaciones reconocidas anualmente", relata el estudio.
El análisis de la secuencia histórica de los datos ejemplifica que ningún país tenía un gasto sanitario público tan reducido como Cataluña en el momento de alcanzar niveles de desarrollo económico similares (30.000€ de renta per cápita en 2016).
Cataluña se sitúa ligeramente por encima de Grecia (5,19 % del PIB destinado a sanidad), pero muy lejos de Dinamarca (10,35 %) y de Finlandia (9,48 %), que son los países que encabezan la tabla. España dedica, en su conjunto, el 6,39 %, hecho que se explica por el sistema de financiación autonómica, que castiga a las comunidades autónomas con un PIB más alto y un nivel competencial más desarrollado.
COMPARATIVA
El sistema de financiación de las comunidades autónomas es, según el estudio, el elemento más sustantivo para explicar el déficit crónico de la sanidad catalana, así como las diferencias que se dan entre comunidades autónomas, ya que el gasto está mucho más descentralizado que no la capacidad de obtener recursos propios vía impuestos (fuera del principio de responsabilidad fiscal).
Si Cataluña tuviese el mismo sistema de financiación que el País Vasco, el presupuesto anual para la sanidad sería de unos 2.500 millones más, es decir, un 23 % más que el presupuesto de 2019.
Presentación del estudio 'La enfermedad de la sanidad catalana, financiación y gobernanza'. (Foto. COFB)
Aplicando al PIB de Cataluña el peso medio del gasto sanitario público en relación con la media del PIB del Estado (6,39 %), el gasto debería ser de unos 13.800 millones de euros (unos 4.000 millones de euros adicionales). Según el estudio, una mejora de la financiación pública de la sanidad catalana no será posible mientras el Estado no transfiera recursos basados en parámetros ajenos a la capacidad fiscal de la economía catalana.
El estudio también analiza el gasto en sanidad privada que, según los datos, representa un total del 30 % del gasto sanitario en Cataluña, 8 puntos por encima de la media española (22 %).
El 'Cercle de Salut' alerta que el déficit crónico puede dar lugar a una crisis aguda y llama a las administraciones a actuar urgentemente para que el sistema sanitario no entre en una situación crítica
En el contexto internacional, el trabajo muestra que el presupuesto sanitario público de Cataluña debería moverse en cifras de entre 4.600 y 6000 millones de euros más para estar en línea con países similares. Por lo que se refiere a los países de la OCDE homologables a Cataluña, el estudio proyecta en el tiempo las condiciones que deberían darse para poner remedio a la brecha existente.
En un escenario de crecimiento del PIB de un 2 % anual sostenido en el tiempo que repercutiera en un incremento anual de la financiación sanitaria del 2,4 %, el nivel de gasto sería como el de Austria en 2026; el de Gran Bretaña en 2030; los de Dinamarca y Suecia en 2033, y el de Francia en 2034.