El pleno de Barcelona celebrado este viernes ha aprobado una proposición del PSC, con contenido de declaración institucional, que acuerda declarar "los efectos de un abuso" de los niños y adolescentes a las redes sociales como un problema de salud pública. Esta iniciativa ha contado con los votos a favor del Gobierno, Junts, BComú, ERC y PP, y la abstención de Vox, y pide también ofrecer orientación digital a los menores, entidades y familias, así como crear una guía de buenas prácticas.
En la misma línea, la propuesta del pleno de la ciudad condal también insta a la Generalitat, al Gobierno y a la Unión Europea a impulsar "medidas oportunas" en salud pública y salud mental infantil y juvenil estableciendo controles públicos sobre los algoritmos que se desarrollan.
UNA RED DE PROBLEMAS
La concejal de Junts, Titón Laïlla, ha considerado que el uso de las pantallas no es sólo un problema de salud mental, sino "de salud en general", y ha lamentado que el gobierno no la presente como una medida de gobierno, a lo que la teniente de alcalde de Barcelona, Maria Eugènia Gay, ha respondido mostrando su compromiso para llevarlo a cabo.
Rosa Suriñach (ERC) ha considerado que las empresas tecnológicas también deben tomar responsabilidades
Por su parte, Gemma Tarafa (BComú) ha pedido abordarlo de manera constructiva y con los jóvenes, aunque esperaba "una proposición más valiente", y Rosa Suriñach (ERC) ha considerado que las empresas tecnológicas también deben tomar responsabilidades. Finalmente, Víctor Martí (PP) ha pedido "coherencia y autocrítica" al gobierno para revisar las medidas que lleva y ha llevado a cabo, y Liberto Senderos (Vox) le ha pedido que afronte sus responsabilidades.