El curso sanitario en Cataluña ha venido marcado por las elecciones autonómicas celebradas el pasado 12 de mayo. Estos comicios supusieron la victoria de Salvador Illa y el consiguiente cambio de responsable en la conselleria de Salud, que paso de manos de Manel Balcells a Olga Pané. Pese a ello, durante estos últimos 12 meses han logrado impulsarse diferentes medidas en el marco de la sanidad catalana, así como importantes acuerdos sobre las condiciones laborales de sus plantillas en el Instituto Catalán de Salud (ICS).
El 2024 arrancó en Cataluña con el fantasma de una huelga convocada por Sindicato de Técnicos de Enfermería (Sae) y el Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (Sietess). Una amenaza que Manel Balcells logró finalmente desactivar en enero tras alcanzar un acuerdo con este colectivo para llevar sus reivindicaciones económicas a la Mesa de trabajo y armonizar las condiciones de los convenios de la sanidad catalana. Sin embargo, un año después los sindicatos critican que no se hayan cumplido los estos acuerdos y amenazan con nuevos paros este invierno.
PLAZAS RURALES DE DIFÍCIL COBERTURA
El mismo consejero Balcells fue el responsable de anunciar un plan de ocupación de plazas de difícil cobertura en la Atención Primaria rural, dotado de 11,4 millones de euros. Una iniciativa dirigida a garantizar una mejor distribución de los sanitarios en el territorio catalán. Una de las principales acciones del plan es un incentivo económico que se suma al complemento de montaña; el complemento para difícil cobertura, consistente en unos 3.500 euros anuales brutos para los médicos; y unos 2.000 euros anuales brutos para el personal de enfermería y trabajo social.
Ese nuevo incentivo económico está destinado al personal sanitario de los 73 equipos de atención primaria (EAP) que la Conselleria de Salud ha categorizado como "lugares de difícil cobertura"
En concreto, ese nuevo incentivo económico está destinado al personal sanitario de los 73 equipos de atención primaria (EAP) que la Conselleria de Salud ha categorizado como "lugares de difícil cobertura" teniendo en cuenta 6 indicadores: alta ruralidad, la distancia al hospital más cercano y al consultorio local, la media de guardias del personal, el envejecimiento de la población y la sobrecarga estacional.
ACUERDOS CON LOS PROFESIONALES
El mandato de Manel Balcells trajo también la firma del III Acuerdo de las condiciones de trabajo del personal estatutario del Instituto Catalán de Salud (ICS), que implica alrededor de 55.500 trabajadores de la sanidad catalana. Este nuevo acuerdo contempla mejoras retributivas y reducciones de jornada con 320 millones adicionales cada año. "La apuesta por los profesionales la consolidamos con este convenio", destacó el entonces consejero de Salud de la Generalitat. Si bien, desde entonces, algunos sindicatos han venido denunciando incumplimiento en los pagos y otros observan discriminación en las condiciones entre las diferentes categorías profesionales.
La llegada de Pané a la Conselleria de Salud coincidió con la puesta en marcha –días antes, por parte de Manel Balcells- del 'Plan para garantizar el conocimiento y uso del catalán en el sistema público de salud de Cataluña 2024-2026'
Con el cambio de Gobierno en la Generalitat, Olga Pané tomó el relevo de las políticas sanitarias en Cataluña el pasado mes de agosto. Desde entonces tiene sobre la mesa el que podría ser su primer frente laboral al mando de la consejerade Salud: la renovación del III Convenio SISCAT, que caduca el próximo 31 de diciembre. En sus manos queda ahora la negociación entre los diferentes agentes sociales y las patronales. El sector profesional de la sanidad concertada catalana le espera con una serie de reivindicaciones pendientes.
POLÍTICA LINGÜÍSTICA
La llegada de Pané a la Conselleria de Salud coincidió con la puesta en marcha –días antes, por parte de Manel Balcells- del 'Plan para garantizar el conocimiento y uso del catalán en el sistema público de salud de Cataluña 2024-2026', con un presupuesto de 2 millones de euros y 33 diferentes medidas. La meta es impulsar la lengua catalana para convertirla en la de uso normal en el sistema sanitario público de la región. Una línea de trabajo en la que la consejera ha continuado trabajando.
Este último año ha servido para poner en marcha otras iniciativas entre las que se encuentran el impulso de una unidad pionera para tratar trastornos de la conducta alimentaria (TCA) de alta complejidad y larga duración
Estas 33 medidas del plan se estructuran en 4 ejes temáticos: medidas organizativas y jurídicas para sistematizar la planificación lingüística, medidas para la mejora del conocimiento del catalán de los profesionales, medidas para garantizar los derechos lingüísticos de los usuarios, y otras medidas que van más allá.
De la misma manera, este último año ha servido para poner en marcha otras iniciativas entre las que se encuentran el impulso de unaunidad pionera para tratartrastornos de la conducta alimentaria (TCA) de alta complejidad y larga duración en el Hospital Sagrat Cor de Germans Hospitalàries en Martorell (Barcelona), enmarca en el plan de choque para mejorar la atención, detección, diagnóstico y prevención de los TCA.; la ampliación del cribado neonatal con la detección de la hiperplasia suprarrenal; o la incorporación la prueba del VPH a mujeres de 30 a 65 años.