La desconexión catalana con España está todavía en el aire de los independentistas, pese a las decisiones tomadas hasta el momento por el Ejecutivo central y la ilegalidad del proceso. Ante esta situación, ya se han producido los primeros movimientos como es el cambio de sedes en la banca y en el mundo empresarial. Pero esta inicial “emigración” no sería el único frente con el que tendría que lidiar el hipotético nuevo país, la recuperación de la sanidad catalana sería otro hándicap importante.
En la actualidad, el sistema sanitario catalán se encuentra entre los peores de España. Los datos recogidos por el último informe de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) sitúan el presupuesto sanitario per cápita catalán en los puestos más bajos, con 1.180,55 euros, frente a los de otras comunidades autónomas como Navarra, con 1.633,15 euros por persona.
Además del gasto sanitario, otra de las variables en declive es el número de médicos de Atención Primaria, con solo 0,69% por cada 1.000 habitantes, dato que le aleja de la primera comunidad autónoma en el ranking, que es Castilla y León con 1,08. Lo mismo ocurre con el número de médicos en atención especializada. La cifra es de 1,84 por cada 1.000 habitantes, número alejado de la autonomía que ocupa el primer lugar, Navarra, con 2,39.
Esta deriva de la sanidad catalana comienza a partir de 2015, ya que en 2009 se situaba entre los mejores puestos
Esta misma línea sigue respecto al número de profesionales de Enfermería. En Primaria se sitúa en la mitad de la tabla con 0,66 profesionales por cada 1.000 habitantes y, en especializada, Cataluña cuenta con 3,16 frente a los 4,42 de País Vasco.
Estas cifras se traducían este año en un incremento de las listas de espera, quedando Cataluña en uno de los primeros puestos (173 días), solo superada por Canarias (182). Sin embargo, en otras comunidades autónomas como La Rioja y País Vasco, el tiempo de espera se sitúa en 49 y 50 días respectivamente. En el caso de la lista de espera en consulta, Cataluña arrebata el peor puesto a Canarias, llegando a los 138 días.
Esta deriva de la sanidad catalana comienza a partir de 2015, según muestra el informe de la FADSP, ya que en 2009 se situaba entre los mejores puestos, donde acompañaba a las líderes País Vasco y Navarra.
A su vez, los malos indicadores chocan con el incremento en la partida presupuestaria para sanidad llevado a cabo por el Govern de Puigdemont, con un presupuesto inicial de 8.876 millones de euros, que se equipara a los de 2012. De este modo, la sanidad catalana se encuentra ante otro gran paradigma: a más presupuesto, peor calidad.