El Clínico de Valladolid ha adquirido un exoesqueleto que mejorará la atención a niños con problemas neuromotores, según ha anunciado el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Concretamente, se trata del exoesqueleto pediátricoATLAS 2030, el primero del mundo dirigido a mejorar la calidad de vida de los niños con patología neuromuscular. Con este nuevo equipo, se estima que podrían beneficiarse aproximadamente 345 pacientes en edad pediátrica, niños con parálisis cerebral, atrofia muscular espinal o daño cerebral adquirido.
La patología neurológica compleja en población pediátrica incluye trastornos como la parálisis cerebral, que es la causa más común de discapacidad motora crónica en la infancia y que supone que entre dos y 2,5 de cada 1.000 nacidos en España tiene esta enfermedad. Esto provoca la pérdida de la capacidad de caminar debido a la debilidad o espasticidad muscular. Ahora, el exoesqueleto permitirá a los niños la movilidad gracias a que interpreta la intención de movimiento del paciente de forma no invasiva y responde a esta intención en cada paso.
La adquisición de este equipo se enmarca dentro de un proyecto autonómico de investigación que estará coordinado por el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. El aparato permite realizar la marcha a los niños que no tengan esta capacidad, gracias a que dispone de ocho motores sensonorizados que aportan movilidad a los niños de entre un metro y 1,30 de estatura, y sus dimensiones se adaptan fácilmente al crecimiento del niño.
El aparato permite realizar la marcha a los niños que no tengan esta capacidad, gracias a que dispone de ocho motores sensonorizados que le aportan movilidad
De este modo, el exoesqueleto de marcha sustenta al niño desde el tronco hasta los pies, sin necesidad de control torácico. Además, se le puede añadir un sistema de sujeción de cabeza, compuesto por ocho articulaciones activas que aportan movilidad total en todas las direcciones. Al ir acompañado de un marco auxiliar que se puede acoplar a él, aporta al niño la sensación de caminar por sí mismo y facilita al terapeuta la interacción cara a cara con el paciente.
El equipo es único hasta la fecha, pues está únicamente desarrollado por la empresa Marsi-Bionics, creada como 'spin-off' del Centro de Automática y Robótica, vinculado al CSIC a partir de una investigación liderada por la ingeniera vallisoletana Elena García Armada.
La importancia de este exoesqueleto radica en que caminar aporta beneficios fisiológicos y funcionales, incluyendo la prevención de las contracturas musculares, el mantenimiento de la densidad ósea, la mejora del sistema cardiovascular y el sistema pulmonar; pero también mejora la calidad de vida de los pacientes al permitirles relacionarse con su entorno e interactuar en sociedad.