La integración sanitaria de entre los países europeos es un gran reto y una cuenta pendiente por abordar en el futuro. Las líneas marcadas desde Bruselas se encaminan en esta dirección tanto a nivel de interoperabilidad de la historia clínica de los pacientes como en relación a que este pueda obtener su receta en cualquier dispensario del continente. Así, el servicio de receta interoperable con otros países de la Unión Europea se está extendiendo por España. No en vano, hasta un total de ocho comunidades autónomas cuentan ya con este servicio operativo en nuestro país.
Una de las últimas en incorporarse ha sido Castilla y León, tras la afiliación de Andalucía, Aragón, Canarias, Cataluña, Extremadura, Madrid y País Vasco en el proyecto 'MiSalud@UE'. Una iniciativa, todavía en una embrionaria expansión por Europa, que permitirá a los ciudadanos de estas regiones acceder a sus medicamentos en las farmacias de algunos países europeos, así como a los visitantes de esos países a hacer lo propio en las citadas CC.AA. Una apuesta a la que el Ministerio de Sanidad espera que puedan incorporarse progresivamente en los próximos meses la mayoría de los territorios del Estado.
"Todas las prescripciones generadas en Sacyl son dispensables en las farmacias de otros estados adheridos a la interoperabilidad europea"
De este modo, la interoperabilidad de la receta electrónica europea permite que un medicamento prescrito a un paciente en receta electrónica por un profesional sanitario en su país de origen pueda dispensarse en farmacias de otro país de la Unión Europea. En concreto, en la actualidad forman parte de este servicio estados como Croacia, Estonia, Finlandia, Polonia y Portugal. Un interesante comienzo para una estrategia que, según aclara a ConSalud.es Nieves Martín Sobrino, directora técnica de Farmacia en la Junta de Castilla y León, prevé “ir ampliando de manera progresiva el número de países colaboradores en el proyecto”.
En el caso de Castilla y León (CyL) su adhesión a la interoperabilidad de la receta electrónica europea se produjo el pasado 18 de abril de la mano de la Gerencia Regional de Salud, de forma coordinada con el Ministerio de Sanidad y el Consejo de Colegios Profesionales Farmacéuticos de la región. A partir de entonces, “todas las farmacias castellanoleonesas ya pueden dispensar medicamentos a ciudadanos procedentes de los países que participan en el proyecto. Asimismo, todas las prescripciones generadas en Sacyl son dispensables en las farmacias de otros estados adheridos a la interoperabilidad europea”, remarca la portavoz de la Junta.
Llegado el caso la farmacia podrá “sustituir el producto prescrito por otro formato equivalente o cambiar el tamaño del envase”
El procedimiento implica que la prescripción electrónica se hará de la manera habitual a través del aplicativo RECyL (receta electrónica de CyL), de manera que las oficinas de farmacia se conectarán a un portal de dispensación proporcionado por el Ministerio de Sanidad para registrar la entrega de los medicamentos a los ciudadanos extranjeros. Por su parte, los desplazados de Castilla y León podrán recoger la medicación prescrita por sus médicos en una oficina de farmacia de los citados países europeos “con su Tarjeta Sanitaria de Sacyl y deberán mostrar además el DNI, pasaporte o cualquier documento identificativo con fotografía y en vigor”, aclara Sobrino.
La presentación de los documentos identificativos es un requisito esencial, pues la medicación habrá de ser recogida “por el propio paciente, no pudiéndolo hacer ninguna otra persona en su nombre”. Además, llegado el caso la farmacia podrá “sustituir el producto prescrito por otro formato equivalente o cambiar el tamaño del envase”, señala la directora técnica de Farmacia. Unas prebendas que los ciudadanos deberán tener en cuenta para disfrutar de este práctico servicio en sus escapadas o desplazamientos transfronterizos por Europa.
"El pacientes tendrá que “pagar el 100% del precio del medicamento, solicitar la factura y en el momento de regresar a Castilla y León se le reembolsará el importe que corresponda”
Otras de las ventajas que contempla proyecto MiSalud@UE es el hecho de que en el momento de la dispensación de la receta la farmacia “dispondrá los datos de contacto del médico que prescribió la medicación por si fuera necesario comunicarse con él”, relata Nieves Martín, quien añade respecto al abono de los costes, que el pacientes tendrá que “pagar el 100% del precio del medicamento, solicitar la factura y en el momento de regresar a Castilla y León se le reembolsará el importe que corresponda”. Entre los productos excluidos del servicio se encuentran: Los que no sean medicamentos (productos dietéticos, gasas, vendas), estupefacientes, medicamentos que contengan más de 4 principios activos, fórmulas magistrales o vacunas individualizadas.
Para dar a conocer a los ciudadanos este reciente servicio que les otorga el acceso a su medicación habitual sin la necesidad de solicitar citas médicas de prescripción en su país de destino, “en Castilla y León se ha facilitado folletos y carteles, así como toda la información disponible al respecto en el portal del medicamento”, desvela la representante de la Junta. Una iniciativa que desde el Gobierno central y la propia autonomía esperan que vaya creciendo en su adhesión con el tiempo. “Por los datos de seguimiento que envía el Ministerio, la utilización en estos momentos es limitada. A medida que se incorporen más países y se extienda a todas las CC.AA. el uso aumentará”, recalca.
La receta interoperable europea “implica un importante esfuerzo en los aspectos funcionales y técnicos, pues requiere desarrollos tecnológicos y de estandarización de la información”
Se trata de iniciativas de cohesión sanitaria europea no exentas de dificultades a la hora de implementarse. No en vano, recientemente el subdirector de Sistemas y Tecnologías para la Salud del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, Javier Turumbay, indicaba recientemente en este medio que “Europa ha priorizado en los últimos tiempos este tipo de iniciativas en la sanidad unitaria, pero su formalización completa dependerá también de los ritmos de otros países a la hora de entrar a formar parte”. Una opinión que comparte desde Castilla y León Nieves Martín Sobrino al apuntar que la receta interoperable europea “implica un importante esfuerzo en los aspectos funcionales y técnicos, pues requiere desarrollos tecnológicos y de estandarización de la información”.