Como si de una novela se tratase, hay un nuevo capítulo en ‘Las razones para mantener a Antonio María Sáez Aguado al frente de la Consejería de Sanidad’.
Después de que Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León, diera el pasado martes casi 20 razones, no todas ciertas, para mantenerlo al frente de la consejería, ahora el diputado socialista Luis Tudanca ha dado cerca de 60 para echarlo.
La PNL para reprobar a Sáez Aguado no salió adelante por lo votos en contra del PP
Las Cortes votaron ayer una Proposición no de Ley (PNL) para reprobar al consejero de Sanidad “y para instar a la Junta a la inmediata corrección de todas las medidas adoptadas que están deteriorando la asistencia sanitaria de la Comunidad”. Sin embargo, la iniciativa del partido socialista no salió adelante gracias a los votos en contra del Partido Popular.
Tudanca aprovechó el pleno para contestar a Herrera asegurando que él tiene cerca de 60 motivos para que Sáez Aguado no siga al frente de la Consejería de Sanidad, sobre todo, porque así se lo han pedido las miles de personas que han salido a la calle. Entre las 60 razones dadas por Tudanca destacan:
- La contratación de médicos sin MIR
- La amenaza de cierre de consultorios en el mundo rural
- La fuga de profesionales por sus precarias condiciones
- El cierre de las urgencias médicas en Barruelo
- El incremento de un 23% de las listas de espera quirúrgica
- Los continuos problemas del sistema Mdora
- Las cartas de autoapoyo obligadas a firmar por los jefes de servicio
- Los incumplimientos en la construcción de varias infraestructuras
- El retraso en la implantación de la receta electrónica
Además, la PNL, que fue presentada a finales de enero, destaca varios puntos que para el Partido Socialista han degradado el Sistema Público de Salud. Como los recortes en el déficit de profesionales sanitarios; el incremento de las desigualdades en el acceso a la cartera de servicios y calidad asistencial; una “peligrosísima situación de desequilibrio”, debilitamiento y dificultades para garantizar una atención sanitaria de calidad o a “cifras récord de privatización y despilfarro”, para lo que ponen de ejemplo el Hospital de Burgos.