La Audiencia Provincial de Valladolid ha dictado sentencia, tramitada por los Servicios Jurídicos de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’, mediante la cual confirma la condena a un odontólogo por un delito de s e imprudencia menos grave a la pena de multa, así como al pago de una indemnización de 94.884 euros, como consecuencia del tratamiento dental realizado, que ha ocasionado a la paciente gravísimos daños. La sentencia es firme.
El odontólogo estuvo atendiendo a la paciente durante 3 años sin alcanzar ninguno de los objetivos pretendidos. Además, fue incapaz de colocar una prótesis en los 11 implantes que él mismo colocó, bien por una deficiente angulación de algunos de ellos (alguno colocado incluso fuera del hueso), bien por la movilidad en otros, e incluso la pérdida de otros 5, debido a una falta de osteintegración.
La paciente perdió todos sus dientes naturales
Consecuencia de los tratamientos realizados por el condenado, la paciente sufrió la pérdida de la totalidad de sus dientes naturales, lo que le ha provocado una modificación de su estética facial, con un envejecimiento prematuro.
Además, como consecuencia, la paciente sufre una pérdida de masa ósea, que ha sido la causa de la pérdida de algunos implantes por falta de osteointegración, así como la movilidad de otros de ellos.
Presenta importantes dificultades para la masticación y articulación de palabras, así como una periimplantitis por la que todavía hoy sigue bajo tratamiento, sin que tampoco pueda aventurarse si finalmente podrá someterse a un nuevo tratamiento que solucione la situación de su boca, lo que abocó a Doña L. a una situación de depresión profunda, con necesidad de tratamiento y psicoterapia.
La Sentencia entendió probado el nexo causal entre la acción imprudente del odontólogo y el resultado lesivo de la paciente, apreciando en la actuación del condenado una clara omisión del deber objetivo de precaución, previsibilidad y cuidado más allá de lo permitido.