Las farmacias no son ajenas al grave problema que sufre actualmente la España rural. Cada vez hay menos habitantes, así que cada vez sale menos rentable tener una farmacia… lo que a su vez hace que menos gente que vive en los pueblos esté debidamente atendida con este servicio básico para la sociedad, propiciando -junto con otras muchas razones más- la despoblación hacia otras regiones con mejor atención. Es, a fin de cuentas, la pescadilla que se muerde la cola, y algo a lo que en Burgos quieren ponerle freno.
La Diputación Provincial de Burgos, al considerar las farmacias un servicio básico de interés público, ha lanzado una serie de ayudas para garantizar su supervivencia: 1.500€ para las que estén ubicadas en municipios de menos de mil habitantes y 2.000 si la oficina de farmacia es VEC, esto es, de Viabilidad Económica Comprometida. Se trata de una medida que, asegura en una entrevista concedida a ConSalud.es Rodrigo Moral, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Burgos, llevaban años solicitando.
“Las farmacias rurales cada vez necesitan más ayudas, y algunas se mantienen por una cuestión de puro romanticismo, porque el farmacéutico es del pueblo"
“Las farmacias rurales cada vez necesitan más ayudas, y algunas se mantienen por una cuestión de puro romanticismo, porque el farmacéutico es del pueblo. Pero, si no, no serían viables”, reconoce Moral sobre unas ayudas que aplaude especialmente por ser directas, sin ningún tipo de condicionante adicional: “Hace ocho años recibimos una ayuda para implantar la receta electrónica, es decir, tenía un objetivo concreto al que había que destinar los fondos. Esto es una ayuda directa al mantenimiento”.
El único requisito es solicitar el dinero en el plazo establecido, entre el día 23 de agosto y hasta el 19 de septiembre; es decir, desde ya. “En la provincia de Burgos hay doce farmacias VEC, en poblaciones con muy poquitos habitantes y que no disponen de otra en kilómetros a la redonda. Y esto es un problema muy grave. Si a veces se tienen que utilizar medios como helicópteros para llegar a sitios donde prácticamente no pueden llegar ni las ambulancias, imagina lo que puede ocurrir con las oficinas de farmacia”.
“A muchas de ellas no se puede llegar ni con transporte público, y quedan lejos de los ambulatorios”, explica el presidente, quien, eso sí, no tiene claro todavía si la medida podrá o no ser reprogramable anualmente: “Si es que no, se queda corta”. “En ocasiones hemos podido hablar con empresas que se dedican a la gestión de farmacias, y hay farmacias de los entornos rurales que no se venden ni por cero pesetas. Haces cálculos y ves que no llegas ni al salario mínimo, pues por mucho romanticismo que haya en ello, nadie las va a querer”, insiste Moral, quien accedió al cargo en este mes de mayo.
"Hay farmacias de los entornos rurales que no se venden ni por cero pesetas"
“Es una medida para mantener las farmacias que ya están, nuevas dudo mucho que se vayan a abrir. Nos tenemos que dar con un canto en los dientes si no se cierran más”, añade. Y es que, efectivamente, Burgos, la región de España con más pueblos (371 según los últimos registros del Instituto Nacional de Estadística) ya vio cómo el año pasado se cerraba una farmacia en la misma capital, y en 2024 lo hará otra al norte de la provincia.
A pesar de ello, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos lo tiene claro, y en un estudio publicado el año pasado aseguraban que los municipios rurales que cuentan con una farmacia registraron una pérdida de población menor que aquellos que no la tienen.
EN BUSCA DE MÁS APOYOS
Pese a la incertidumbre que suscita cuál va a ser el futuro de las ayudas, en el Colegio de Farmacéuticos de Burgos mantienen muchas esperanzas. También es verdad que, llegados a esta situación, cualquier ayuda es bienvenida. “La esperanza real es que se sumen otros entes más allá de la Diputación, y que haya ayudas a nivel autonómico y estatal para el mantenimiento rural”, reivindica su presidente. Además, continúa, hay otras provincias de España, como Soria o Zamora, que lo necesitan igual o más que ellos.
“Este es el primer impulso, y también desde los propios municipios podrían apoyar un poquito más. El alcalde es el primero que no quiere que desaparezca este servicio del pueblo”, sentencia. Burgos cuenta actualmente con 198 farmacias: 83 en la capital, 14 en Miranda de Ebro, 12 en Aranda de Duero, 4 en Medicina de Pomar, 3 en Briviesca y 82 en municipios rurales, más otros 32 pueblos que disponen de servicio de atención farmacéutica a través de un botiquín. De las 82, son 60 las que están ubicadas en municipios de menos de 1.000 habitantes y se podrán beneficiar de la reciente medida.