El Hospital Clínico de Valladolid una implanta una terapia de referencia para pacientes con cáncer

El tratamiento se realiza de manera ambulatoria en el área quirúrgica para procedimientos braquiterápicos y dura cinco días, frente a las seis semanas de la radioterapia convencional

El tratamiento se realiza además de manera ambulatoria en el área quirúrgica para procedimientos braquiterápicos, teniendo que acudir la paciente a recibir las sesiones de braquiterapia durante cinco días
El tratamiento se realiza además de manera ambulatoria en el área quirúrgica para procedimientos braquiterápicos, teniendo que acudir la paciente a recibir las sesiones de braquiterapia durante cinco días
CS
23 enero 2019 | 10:18 h

El Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Clínico Universitario de Valladolid ha puesto en marcha una nueva técnica de irradiación a pacientes con cáncer de mama, que será de referencia autonómica y que va a suponer un gran avance en cuanto a eficiencia y comodidad para las mujeres que lo precisen.

Según el jefe del Servicio, Francisco López-Lara, la técnica consiste en irradiar parcialmente la mama, en un tiempo muy corto, mediante braquiterapia intersticial, una vez se ha realizado la tumorectomía simple. Es una técnica intervencionista en la que se colocan pequeños tubos plásticos en una parte de la mama, a través de los cuales se introduce una fuente radiactiva que irradia selectivamente en el lecho tumoral en muy pocas sesiones.

Se ha introducido además la braquiterapia prostática de alta tasa, que permite mejores tratamientos en enfermos más avanzados en combinación con radioterapia externa

El tratamiento se realiza además de manera ambulatoria en el área quirúrgica para procedimientos braquiterápicos, teniendo que acudir la paciente a recibir las sesiones de braquiterapia durante cinco días. Comparativamente, la radioterapia convencional dura entre cuatro y seis semanas.

La nueva técnica ofrecida por el Hospital Clínico Universitario está indicada en casos localizados de cáncer de mama subsidiarios de tratamiento quirúrgico conservador, con requisitos claramente definidos en el último consenso de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR). Lo interesante es que los resultados de la irradiación parcial de la mama son similares a los de la irradiación completa convencional, con todas las ventajas y comodidades adicionales.

La idea del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Clínico Universitario es que la nueva técnica sea aplicada a unas 40 pacientes anuales, aunque si la demanda fuese mayor podría ampliarse el número de beneficiadas.

REFORMA INTEGRAL

Esto ha sido posible gracias a la reforma integral y actualización tecnológica llevadas a cabo en la Unidad de Braquiterapia del centro vallisoletano -calificada de ‘nivel alto’ según la Sociedad Española de Oncología Radioterápica-, lo que ha permitido, por ejemplo, iniciar esta nueva aplicación a pacientes con cáncer de mama.

La Unidad de Braquiterapia, que dispone de radioquirófano, nuevo equipo de alta tasa de iridio radiactivo, áreas grises, área de control con planificación in situ, nueva consulta específica y cuatro camas de hospitalización, permite que cada año se traten unos 300 enfermos oncológicos con la técnica de la braquiterapia, con resultados excelentes en supervivencia. Se emplea en pacientes de referencia local (Valladolid, Palencia y Segovia), autonómica (cáncer de próstata) y nacional (tumores oculares).

La seguridad general y radiológica están al máximo nivel, disponiendo de las instalaciones generales del servicio de Oncología Radioterápica, incluido el simulador. Desde la puesta en marcha de la Unidad el año pasado, se han tratado 277 pacientes nuevos, con un total de 386 intervenciones, entre las que destacan 108 pacientes con cáncer de próstata, 83 pacientes con cáncer ginecológico y 32 pacientes con melanoma ocular.

Otro aspecto destacable ha sido la introducción de la braquiterapia prostática de alta tasa, que permite mejores tratamientos en enfermos más avanzados en combinación con radioterapia externa -que reduce el número de sesiones-, así como rescates focales en recurrencias de otros tratamientos prostáticos.

Asimismo, hay que destacar la ampliación de las técnicas de braquiterapia uterina, incluyendo rescates y aplicaciones intersticiales. Finalmente, es relevante la instauración de biopsias trasperineales con el equipo de localización prostática e imágenes de fusión, que permiten al urólogo asistente la biopsia selectiva de los focos sospechosos.

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