Era el principal candidato y así se ha confirmado este martes. Alejandro Vázquez Ramos continuará consejero de Sanidad de Castilla y León. El presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, seguirá contando con el actual responsable de la política sanitaria de esta comunidad autónoma en el primer Gobierno de coalición entre PP y Vox en España. Llevaba tan solo cuatro meses en el cargo.
Natural de Burgos, nacido en 1963, Alejandro Vázquez Ramos es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid y se especializó en Nefrología.
A nivel político sobresale su labor como procurador en las Cortes de Castilla y León por el PP desde 2015 y su último puesto como portavoz del PP en la Comisión de Sanidad de las Cortes
De su experiencia profesional, destaca el haber sido directormédico en el área de Salud de Ibiza y Formentera, en el Hospital Can Manises (2003-2007), así como en el complejo asistencial de Zamora (2008-2011) y en el de Burgos (2011-2013). anto en el Hospital Virgen de la Concha (Zamora) como en el Hospital de Burgos también estuvo en el servicio de Nefrología.
Por su parte, en el ámbito político sobresale su labor como procurador en las Cortes de Castilla y León por el PP desde 2015 y su último puesto como portavoz del PP en la Comisión de Sanidad de las Cortes. Sin embargo, Vázquez no es miembro del Comité Ejecutivo Autonómico que salió el último Congreso del PP de Castilla y León, celebrado a principios de año. No obstante, ha estado ligado al PP de Burgos.
DIFERENTE A VERÓNICA CASADO
En el tiempo que ha estado de consejero en funciones, Vázquez tuvo que lidiar con el aumento de contagios por Covid-19 en la sexta ola epidemiológica. Entre sus medidas más polémicas destacan la derivación de la realización de test masivos de antígenos a principios de año a empresas privadas. El consejero justificó que la actuación estaba “aliviando la Atención Primaria y, sobre todo, los servicios de urgencia”.
Junto a esta acción, el perfil del consejero en el poco tiempo que lleva ha mostrado aparentes signos de distinción con el ejercido por su antecesora, Verónica Casado. Este nefrólogo ha manifestado un perfil más silencioso o moderado, pasando más desapercibido coincidiendo con que no está tan en el foco debido al mayor control de la pandemia.
La llegada de Vázquez ha evidenciado un acercamiento al PP madrileño de Isabel Díaz Ayuso y a la ausencia de restricciones, a diferencia de Andalucía y Galicia
En todo caso, también se han podido ver diferencias tanto con Ciudadanos como con parte del PP. Por ejemplo, con Verónica Casado al frente de la Consejería de Sanidad, Castilla y León se situó junto a las comunidades autónomas más restrictivas en la toma de decisiones para combatir la pandemia del Covid-19 y en línea con regiones lideradas por el PP como Andalucía o Galicia. Sin embargo, la llegada de Vázquez ha evidenciado un acercamiento al PP madrileño de Isabel Díaz Ayuso y a la ausencia de restricciones.
LOS ENCARGOS SANITARIOS DE MAÑUECO
Hasta ahora, poco se ha dado a conocer sobre las políticas sanitarias que impulsará el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco. En el pacto de coalición firmado entre PP y Vox, compuesto por 11 ejes y 32 acciones programáticas, había pocas referencias a la sanidad. Sí que fue destacado que se eliminó la petición inicial de Vox de establecer una tarjeta sanitaria única para todo el país.
El presidente regional le ha encargado reforzar la Atención Primaria e impulsar un plan de choque para reducir las listas de espera
Al margen de ello, el documento afirmaba que se iba a garantizar “la sanidad pública, reforzando las inversiones y los presupuestos, fundamentalmente en atención primaria, sobre la base de un sistema sanitario cercano, gratuito e innovador”. Igualmente, se comprometieron a aprobar una Ley de Desarrollo y Competitividad Rural con medidas como el refuerzo en el acceso de las personas del mundo rural a los servicios públicos.
Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León avanzó en su discurso de investidura otras actuaciones futuras. Por ejemplo, prometió que los consultorios locales “seguirán abiertos”, que la asistencia sanitaria sería “cercana y moderna” y que contaría con “más medios humanos y tecnológicos”. Junto a ello, anunció un refuerzo de la Atención Primaria y un plan de choque para reducir las listas de espera.