El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) sigue avanzando en el desarrollo del plan de mejora de la eficiencia energética de sus centros, con medidas asociadas a la eficiencia en el consumo y la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera como ejes principales.
En esta línea, se han adoptado mejoras relacionadas con el consumo de energía eléctrica, como la instalación de luminarias LED, la renovación de equipamientos tecnológicos o la instalación de paneles solares para agua caliente sanitaria, entre otras, que han supuesto un consumo más eficiente y responsable, pese al aumento de la actividad asistencial y de la puesta en marcha de nuevas infraestructuras.
Asimismo, también se ha apostado por fórmulas para obtener un ahorro económico en la factura eléctrica de los centros del Sescam, para lo que se ha trabajado en dos sentidos. Por un lado, se realizó un primer ajuste en la potencia contratada en cada uno de los centros, lo que permitió un ahorro anual de unos 2 millones de euros.
A pesar del incremento de la actividad, el nuevo contrato de suministro conlleva una disminución de los costes
En un segundo paso, a partir del año 2017 el Sescam ha apostado por un modelo innovador para la contratación del suministro eléctrico, en el que el precio fluctúa en función de la oferta y la demanda y no está fijado de antemano. Con este nuevo modelo, se ha logrado un ahorro de en torno a un 20% de la factura anual, lo que se traduce en casi 4 millones de euros menos de factura eléctrica.
Aun así, un análisis de los datos del primer año de vigencia del citado contrato refleja un incremento en el consumo respecto al mismo periodo del año anterior y, sin embargo, se ha pasado de casi 22 millones a algo más de 18 millones.
Estos datos reflejan que, pese al incremento de la actividad en los centros dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, el nuevo contrato de suministro eléctrico conlleva una disminución de los costes.