El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha presentado el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria en Castilla-La Mancha, ‘Horizonte 2025’. Fernández Sanz ha destacado que “la humanización de la asistencia constituye una prioridad en la política sanitaria de Castilla-La Mancha desde 2015” y ha recordado que “las primeras acciones en esta materia fueron el Plan Dignifica, las redes de expertos y las escuelas de salud y cuidados”.
El consejero también ha destacado que “tras ese camino recorrido y los resultados recogidos, hoy aparece como uno de los cuatro pilares fundamentales en el Plan de Salud de Castilla-La Mancha ‘Horizonte 2025’. El Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria "se concibe como una herramienta clave para el despliegue de la política de salud de la región enfocado en la consecución de varios objetivos estratégicos".
Entre ellos se encuentran promover una atención centrada en la persona, desarrollar de manera efectiva y sistemática los derechos y deberes de pacientes y profesionales del ámbito sanitario, mejorar la capacidad de la organización, fomentar la participación ciudadana y avanzar en la corresponsabilidad del paciente y priorizar proyectos de humanización para colectivos específicos y de mayor vulnerabilidad.
Para Fernández Sanz todo esto supone “hacer las cosas con empatía. Estamos hablando de conceptos muy básicos como el respeto, la escucha activa, el acompañamiento, el espacio sociosanitario, tratando la soledad y es que todo lo que hay alrededor de una persona es mucho más que la enfermedad”.
"Todo lo que hay alrededor de una persona es mucho más que la enfermedad”
Estos objetivos se ven refrendados por la información extraída de un proceso participativo. “En total han sido 5.500 personas las que han intervenido en el proceso participativo del Plan de Humanización, aportando sus ideas y reflexiones al documento”, ha explicado Fernández Sanz. Así, la humanización de la asistencia sanitaria “se configura como un elemento clave en la sostenibilidad y mejora de la organización”, ha recalcado el consejero.
Los principales beneficios del trabajo en pro de humanizar la asistencia sanitaria son la reducción de los niveles de angustia y estrés que produce una enfermedad; incrementar la confianza en el sistema sanitario; mejorar el aprovechamiento de los recursos; mejorar las competencias personales y profesionales del personal sanitario; incrementar la participación ciudadana en los procesos de salud y hacer un uso responsable de los servicios.
Asimismo, se tienen en cuenta las aportaciones realizadas por la ciudadanía, donde se solicita que el personal sanitario despliegue una atención más personalizada en la que se consideren no solo aspectos físicos, sino también sociales, emocionales y espirituales, donde se garanticen la dignidad y el respeto de los derechos de las personas a la intimidad y la confidencialidad y donde el trato personal sea amable, respetuoso y cercano, además de eficiente y eficaz técnicamente.
"Escuchados todos los agentes implicados, como gestores sanitarios, profesionales, asociaciones de pacientes y ciudadanía, se define un modelo conceptual basado en cinco líneas estratégicas o vectores de desarrollo y en 20 líneas de acción", concluyen desde le Gobierno autonómico