Jesús Fernández, Consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, lamenta todos los fallecidos e imprevistos que ha causado la crisis sanitaria, pero subraya el esfuerzo que ha hecho su Comunidad desde muchos puntos de vista.
¿Qué balance sanitario hacen de este 2020?
Ha sido un año muy difícil, marcado por la pandemia, y no me cabe duda de que 2021 va a ser durante varios meses una continuación de estas dificultades, como ya estamos viendo en estas primeras semanas del año.
Creo que no podemos hacer un balance del año sin dejar de lamentar cada uno de los fallecidos por la pandemia, así como recordar a todos aquellos pacientes que se han visto afectados por ella sin ser pacientes de Covid-19, y me refiero a aquellos que han visto cómo sus intervenciones quirúrgicas se retrasaban o a las madres que han dado a luz sin la presencia de sus parejas, por ejemplo. Y sin duda, el balance del año tiene que incluir un reconocimiento a todos los profesionales de nuestra Sanidad de Castilla-La Mancha, Atención Primaria y Hospitalaria, Epidemiologia y de Salud Pública y todas las personas que han ayudado en esta difícil gestión y contención de la pandemia.
“Emiliano García-Page se ha cansado de reclamar una reforma del sistema de financiación que garantice la igualdad de todas las autonomías en la prestación de los servicios públicos esenciales”
La pandemia ha tenido, y sigue teniendo, un impacto brutal en todos los ámbitos, que en Sanidad abarca muchos aspectos, del ámbito poblacional y de salud comunitaria como asistenciales, como de recursos humanos, como de organización y reorganización de espacios y equipos, y el desarrollo de nuevas fórmulas asistenciales. Hemos trabajado para hacer frente a este maldito virus, para poner a disposición de nuestros profesionales los recursos necesarios tanto para su seguridad como para ofrecer a los pacientes la mejor atención.
Hemos sido capaces de multiplicar la capacidad diagnostica de salud pública y la capacidad asistencial de los centros hospitalarios públicos de nuestra región, ampliando su capacidad con cientos de camas de hospitalización convencional, de cuidados intermedios y de cuidados intensivos y hemos contratado a miles de profesionales tanto en Atención Primaria como en Atención Hospitalaria.
Más allá de la pandemia, la Sanidad de Castilla-La Mancha sigue profundizando en su apuesta por las nuevas tecnologías, por la renovación tecnológica del equipamiento de los centros sanitarios, por la contratación de profesionales y por la estabilización del empleo a través de la convocatoria de ofertas públicas de empleo. Y no me puedo olvidar de que hemos continuado invirtiendo en infraestructuras, con nuevos centros de salud y consultorios locales, con la nueva Unidad de Media Estancia de Salud Mental de Talavera de la Reina, con el avance de las obras de los nuevos hospitales del SESCAM (Albacete, Cuenca, Guadalajara y Puertollano) y la apertura del Hospital Universitario de Toledo.
La llegada de la pandemia ha supuesto un revés para el SNS. ¿Qué cambios deberían llevarse a cabo?
La pandemia ha puesto sobre la mesa algunas necesidades de nuestro Sistema Nacional de Salud que son innegables, algunas de las cuales venimos reclamando y trabajando desde Castilla-La Mancha desde hace años.
Desde Castilla-La Mancha, nuestro presidente Emiliano García-Page se ha cansado de reclamar una reforma profunda del sistema de financiación autonómica que garantice la igualdad de todas las autonomías en la prestación de los servicios públicos esenciales: sanidad, educación y servicios sociales. Al igual que crecer en inversiones que garanticen una mayor prevención de la enfermedad y promoción de la salud. En definitiva, debemos cambiar de hablar de sanidad para hablar de salud.
En este sentido, y desde una perspectiva exclusivamente sanitaria, desde que soy consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha he reclamado a los distintos Ejecutivos nacionales la recuperación de los Fondos de Cohesión Sanitaria, pues es la única vía para conseguir que nuestro Sistema Nacional de Salud garantice la equidad entre las prestaciones sanitarias que se ofrecen a los ciudadanos de toda España. Creo que esta pandemia, y el Sistema que de ella salga, es el momento perfecto para afrontar esta realidad y esta necesidad.
Por otro lado, la pandemia también ha evidenciado que es necesario profundizar en las herramientas de colaboración entre comunidades autónomas. Por ejemplo, es evidente que el Sistema Nacional de Salud necesita una historia clínica electrónica accesible desde cualquier punto del SNS, que tengo claro que habría sido muy útil este año, y antes. En esta línea, quiero destacar el proyecto de Historia Clínica Electrónica Interoperable en el que estamos trabajando Castilla-La Mancha y Canarias, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y de la Unión Europea a través de los Fondos FEDER.
No me puedo olvidar de la importancia que ha tenido el acuerdo y la colaboración entre comunidades autónomas y Ministerio en el marco del Consejo Interterritorial del SNS. Ha sido muy constructivo, por su puesto con diferencias en los enfoques y las perspectivas, pero ha sido muy importante en el abordaje de la pandemia.
¿Cuáles han sido las lecciones aprendidas hasta ahora con la llegada del nuevo coronavirus?
Estoy seguro de que hemos tomado decisiones más acertadas y otras menos acertadas, pero desde luego nos hemos dejado la piel en el día a día de esta emergencia sanitaria que era imprevisible y, sin embargo, nos ha enseñado a estar prevenidos para el futuro ante posibles desastres de esta índole. Un ejemplo de esta preparación es la Ley de Reserva Estratégica de Material Sanitario, que nos obliga a tener un stock mínimo de determinado material para afrontar las necesidades de nuestro servicio de salud, en particular en situaciones de emergencia.
Pero mire, algo que he sacado en claro durante 2020 es que nuestra apuesta hace cinco años de potenciar el trabajo en red entre los hospitales públicos de Castilla-La Mancha fue un acierto. Ese trabajo en red nos ha permitido abordar mejor la pandemia que si lo hubiéramos hecho considerando cada hospital una unidad estanca. Y no solo eso, sino que nos está permitiendo abordar mejor la normalización de la actividad asistencial.
La tecnología sanitaria tiene cada vez más fuerza, tanto en el ámbito de la investigación, como en el abordaje del paciente. ¿Qué acciones se están llevando a cabo desde la Consejería en este ámbito?
En 2016 el Gobierno de Castilla-La Mancha puso en marcha un Plan de Renovación de Alta Tecnología Sanitaria muy ambicioso, dotado con unos 28 millones de euros, que nos ha permitido afrontar la obsolescencia del equipamiento tecnológico del SESCAM, que era muy preocupante después de cuatro años sin apenas inversión.
“Nos hemos dejado la piel en el día a día de esta emergencia sanitaria que era imprevisible y, sin embargo, nos ha enseñado a estar prevenidos para el futuro ante posibles desastres de esta índole”
Además, a través de la Fundación Amancio Ortega nos llegaron otros 15 millones de euros más con el mismo objetivo. Ahora, para 2021, vamos a seguir desarrollando este Plan, con el fin de continuar mejorando la capacidad diagnóstica de los centros sanitarios de la región. Y lo vamos a hacer destinando otros 18 millones de euros a adquirir nuevo equipamiento de alta tecnología.
Además, en Castilla-La Mancha hemos hecho una apuesta muy potente por la inteligencia artificial y el big data como herramientas fundamentales en la asistencia sanitaria no del futuro, sino del presente. Tenemos el Proyecto Ykonos de digitalización de la imagen médica, que ofrece a los facultativos, tanto de Atención Primaria como de Atención Hospitalaria, herramientas avanzadas que facilitan alcanzar un diagnóstico con mayor rapidez.
Este proyecto incluye distintas aplicaciones que ya están en marcha como Ykonos-Ris, Dercam, Serendipia y Numiscam, asociadas a Radiología, Dermatología, Anatomía Patológica y Medicina Nuclear, respectivamente.
Por otra parte, hemos sido la primera Comunidad Autónoma en aplicar el Big Data a la asistencia sanitaria, a través de la plataforma Sapiens, un sistema inteligente de análisis de historias clínicas capaz de ayudar al profesional en la decisión clínica, y calcular de forma automática el grado de adherencia de los profesionales de Atención Primaria a las vías clínicas creadas por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
¿Cuáles van a ser los principales objetivos para 2021?
El Gobierno de Castilla-La Mancha va a destinar durante 2021 más de 3.700 millones de euros a Sanidad. Esto supone un incremento de casi el 24 por ciento con respecto a 2020. Para que se haga una idea del cambio que se ha producido en esta región, son 1.285 millones más que los que se dedicaban a Sanidad en 2015.
Por tanto, el principal objetivo para 2021 es continuar desarrollando y mejorando la salud de las personas que vivimos en Castilla-La Mancha y hacerlo en toda su extensión: no solo la asistencia sanitaria, sino también en el ámbito de la Salud Pública, la coordinación sociosanitaria, la humanización de la asistencia, etc.
Como ya he dicho, vamos a continuar modernizando el parque tecnológico del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha; vamos a destinar unos 25 millones a obras en Atención Primaria y helisuperficies; vamos a continuar avanzando en los trabajos ya en marcha de los hospitales de Cuenca y Guadalajara, iniciar los del Hospital de Albacete y el de Puertollano. Vamos a continuar con el traslado al nuevo Hospital Universitario de Toledo, y, desde luego, vamos a continuar con el objetivo de estabilizar y consolidar en la plantilla del SESCAM a los profesionales que trabajan con nosotros.
Y, por supuesto, continuar luchando contra la pandemia del COVID-19.