El ISCIII subvencionará un estudio sobre nuevos biomarcadores en ictus isquémico

El proyecto tiene como objetivo medir la capacidad del autotrasplante de médulas madre hematopoyéticas para prevenir la muerte celular programada en pacientes que hayan sufrido un infarto cerebral.

Investigadores de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete
Investigadores de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete
CS
28 agosto 2018 | 12:09 h

Investigadores de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete estudiarán la efectividad de nuevo biomarcadores de respuesta terapéutica neuroprotectora en ictus isquémico. Según informa este martes el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), el proyecto tiene el objetivo de medir la capacidad del autotrasplante de células madre hematopoyécticas para prevenir la muerte celular programada en los pacientes que hayan sufrido un infarto cerebral recientemente y en los que se ha producido un área de lesión importante.

La investigación ha conseguido financiación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) para su puesta en marcha, al ser incluido en el listado provisional de la concesión de ayudas a la investigación de la Acción Estratégica en Salud (AES) del Plan Estatal de Investigación Científica.

 “El ictus es uno de los principales problemas de salud de los países desarrollados”, explica Tomás Segura, investigador principal y jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Y es que desde Sescam señalan que en España esta patología representa la segunda causa de muerte y la primera causa de discapacidad entre la población adulta. Asimismo, la atención de estos pacientes supone un elevado coste, entre el 3 y 4 por ciento del esfuerzo sanitario, así como crea una enorme situación de dependencia para los afectados.

El ictus en España representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad entre la población adulta

En los últimos 15 años, las terapias de reperfusión (las que logran recuperar la permeabilidad de los vasos cerebrales afectados en el ictus) han progresado de manera espectacular y en la actualidad la Medicina es capaz de extraer o disgregar el trombo que obstruye una arteria cerebral con una eficacia muy alta si la actuación médica se produce en las primeras horas tras la oclusión del vaso.

Pero es precisamente la existencia de una ventana terapéutica limitada -apenas 6 horas en la mayoría de los casos- lo que provoca que, en la actualidad, tan solo entre el 20 y 30 por ciento de los pacientes con un ictus isquémico resulten finalmente beneficiados con las terapias de reperfusión.

 Solo entre el 20 y 30 por ciento de los pacientes con un ictus isquémico se benefician de las terapias de reperfusión

“Por ello es necesario aumentar el esfuerzo dedicado a otras estrategias terapéuticas, llamadas de neuro-protección o neuro-reparación, que tengan como objetivo principal regenerar el área tisular dañada por un infarto o por una hemorragia cerebral”, comenta Segura.

Recientemente se han incorporado las técnicas de trasplante de células pluripotenciales a los intentos de neuroprotección en el ictus, ya que se especula que estas células son capaces de disminuir el tamaño de la lesión cerebral por su capacidad para limitar la muerte tisular programada en el área cerebral que circunda el núcleo de la lesión. Y, si finalmente el proyecto confirma el mecanismo fisioptológico de la acción protectora del trasplante de células, habría una puerta para la planificación de estrategias terapéuticas frente a esta enfermedad.

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