El Laboratorio de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha implantado por primera vez en Castilla-La Mancha una prótesis para mejorar la calidad de vida de los pacientes con una enfermedad coronaria obstructiva, denominada angina refractaria.
En este sentido, el doctor José Moreu, responsable del Laboratorio de Hemodinámica, ha explicado que "este dispositivo innovador se implanta en pacientes con angina refractaria en los que todos los procedimientos habituales, como cirugía, angioplastia y tratamiento farmacológico no han dado resultado".
"La angina de pecho está causada por la obstrucción parcial de las arterias coronarias que se manifiesta por un dolor en el pecho, que se puede paliar con diferentes tratamientos. La angina refractaria es una patología no muy frecuente en la que los síntomas persisten a pesar de los tratamientos médicos", ha explicado el doctor.
Este dispositivo innovador se implanta en pacientes con angina refractaria en los que todos los procedimientos habituales no han dado resultados
Para el especialista, "los pacientes con angina refractaria ven muy mermada su calidad de vida dado que ven limitada su capacidad de realizar ejercicio físico por lo que este nuevo dispositivo puede mejorar los síntomas de estos pacientes y aumentar su calidad de vida".
Asimismo, Moreu ha indicado que "cuando todos los procedimientos habituales no responden al tratamiento solo queda estrechar la salida de la sangre de la arteria coronaria para aumentar la presión y reducir la angina. Esta técnica la puso en marcha el doctor C.S. Beck en la década de los años 50 realizando un estrechamiento en el seno coronario hasta de tres milímetros de diámetro".
Esta intervención, que se prolonga por espacio de una hora, no precisa de anestesia general y el paciente puede volver a su domicilio a las pocas horas del procedimiento. "Se lleva a cabo a través de una pequeña incisión en la parte derecha del cuello por la que se introduce el estén coronario, que reduce la luz del seno coronario a tres milímetros con los mismos efectos que la cirugía aplicada por Beck", ha indicado el cardiólogo.
Se estima que la incidencia de esta patología está entre el 5% y el 10% de los pacientes sometidos a un cateterismo cardiaco.