La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se ha concentrado este lunes en todas las provincias de Castilla-La Mancha en defensa de Muface y para exigir un nuevo acuerdo salarial y "el fin de los recortes que sufren los empleados públicos de la región".
Tras la "masiva" manifestación llevada a cabo el pasado sábado en Madrid, que contó con la participación de más de 35.000 mutualistas, más de un millar de ellos llegados desde Castilla-La Mancha, CSIF ha vuelto a salir a la calle para reclamar la continuidad del mutualismo administrativo (Muface, Mugeju e Isfas).
Un modelo que, según el sindicato, durante 50 años ha demostrado su "eficacia", tanto en ahorro a las arcas públicas como en descongestión de un servicio de salud que, "lamentablemente", no cuenta con las fuerzas suficientes para hacer frente a todos los mutualistas sin tensionar el sistema, ha asegurado el presidente de CSIF Castilla-La Mancha, Lorenzo Domínguez, en la concentración que ha tenido lugar en Ciudad Real.
"Estamos a la espera de la última licitación del Gobierno y estamos pidiendo que lo hagan pronto para acabar con esta incertidumbre que sienten los empleados y empleadas públicas de toda España y por supuesto de Castilla-La Mancha que son unos 74.000", ha dicho.
"Estamos a la espera de la última licitación del Gobierno y estamos pidiendo que lo hagan pronto para acabar con esta incertidumbre"
Del mismo modo, la Central Sindical también se ha concentrado para denunciar "la pérdida de poder salarial" del conjunto de empleados públicos, más de un 20% desde 2010 y dentro de una comunidad autónoma que "ha sufrido las tasas de inflación más altas de toda España". En este sentido, se reclama tanto un nuevo acuerdo salarial plurianual vinculado al IPC como la convocatoria de la Mesa General de Función Pública de Castilla-La Mancha para abordar una subida retributiva.
CSIF también se ha concentrado en contra del "deterioro" de los servicios públicos de la región, y relacionado con el ámbito sanitario, el Sescam, según asegura el sindicato, está "impidiendo" la incorporación de profesionales para cubrir incapacidades temporales, vacaciones o ausencias. "Es una muestra de una política de recortes que provoca sobrecarga en la plantilla actual y demora en la atención a los pacientes, sin olvidar la paralización de la carrera profesional y el impago de la productividad variable".