El Gobierno de Castilla-La Mancha está trabajando para reforzar la capacidad diagnóstica de sus centros hospitalarios con la dotación de nuevos equipos de radiología portátil. Un aparataje que se ha convertido en una de las piezas fundamentalespara la valoración de los pacientes afectados por coronavirus ya que a través de la realización de placas de tórax es posible conocer la afectación pulmonar de los pacientes y tomar decisiones clínicas al respecto.
El Plan de Contingencia elaborado por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha al inicio de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus contempla la revisión e incluso la reubicación de los 33 equipos que estaban operativos al comienzo de la crisis sanitaria. Asimismo, prevé la adquisición de nuevos aparatos para dar respuesta al incremento de la demanda asistencial.
En este sentido, el Gobierno regional ha tramitado la adquisición de cinco nuevos equipos de radiología portátil que se irán distribuyendo en función a las necesidades y a la situación del parque tecnológico de cada uno de los centros hospitalarios. Algunos de estos nuevos aparatos ya han sido entregados y está previsto que en las próximas semanas se complete la llegada del resto.
El Gobierno regional ha tramitado la adquisición de cinco nuevos equipos de radiología portátil que se irán distribuyendo en función a las necesidades
Estos equipos portátiles se destinan a la realización de radiología de tórax de pacientes en urgencias, UCI o plantas de hospitalización, es decir, permiten que los técnicos especialistas en radiodiagnóstico se desplacen allí donde está el paciente sin necesidad de que éstos tengan que ser movilizados, evitando así los posibles riesgos que ello puede suponer.
Estos aparatos no solo se utilizan en el diagnóstico inicial del paciente afectado por coronavirus, sino también para el análisis evolutivo de la afectación pulmonar de los pacientes o posibles complicaciones de la enfermedad, facilitando así la toma de decisiones de los clínicos.
Por otra parte, hay que recordar que los planes de contingencia de cada uno de los centros hospitalarios contemplan la habilitación de circuitos diferenciados dentro de sus servicios de radiodiagnóstico, con salas específicas para posibles portadores del virus y otras para pacientes no afectados.