Castilla-La Mancha ha realizado 127.038 dispensaciones de receta electrónica a ciudadanos de otras comunidades autónomas un año después de la puesta en marcha del proyecto de receta interoperable, una medida que está contribuyendo de manera muy notable a reducir la carga administrativa de los profesionales de Atención Primaria, ya que al no tener que dedicar parte de su tiempo de consulta a la prescripción de recetas, pueden optimizar su agenda y garantizar una atención más completa al usuario.
Desde el 1 de julio de 2017, las 1.275 oficinas de farmacia de esta comunidad autónoma pueden dispensar la medicación prescrita en otras catorce regiones: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana, sin necesidad de que el ciudadano presente la receta en papel.
Cerca de 21.000 pacientes se han beneficiado de esta medida que comenzó a funcionar el 1 de julio de 2017.
El principal objetivo del proyecto de receta interoperable es que los pacientes puedan moverse por todo el territorio nacional y obtener sus medicamentos prescritos en cualquier farmacia del país, independientemente de en cuál de ellas hayan sido recetadas.
En este primer año en funcionamiento, el balance en Castilla-La Mancha no puede ser más halagüeño ya que un total de 20.771 personas se han beneficiado de esta medida. Son los ciudadanos de la Comunidad Valenciana los que más solicitan este servicio, con 95.747 dispensaciones, más del 75 por ciento, seguidos a distancia por los de Extremadura, con 7.647, Aragón con 5.672 y Castilla y León con 4.834.
Las oficinas de farmacia de la provincia de Cuenca son las que más dispensaciones han realizado en este tiempo, un total de 55.029, casi el 44 %, seguidas de las de la provincia de Albacete, 35.953; Toledo, con 13.151; Ciudad Real, 13.070; y Guadalajara, con 9.835 dispensaciones.