Los servicios de Medicina Intensiva y de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han organizado el primer curso para profesionales sanitarios de Castilla-La Mancha para abordar el tratamiento no farmacológico de las enfermedades neurosiquiátricas graves.
El objetivo de este curso, en el que se han reunido una treintena de profesionales sanitarios de distintas especialidades de Castilla-La Mancha, era proporcionar los conocimientos óptimos en el campo de las enfermedades neuropsiquiátricas graves en nuestro medio, su impacto socioeconómico, así como las distintas opciones terapéuticas no farmacológicas disponibles.
“El paciente neuropsiquiátrico supone un problema sociosanitario, no solo por su elevada prevalencia, sino por el impacto que ejerce en el sufrimiento y desestructuración de su entorno más cercano”
Otro de los objetivos era concienciar a los profesionales sanitarios implicados de manera directa o indirecta en esta patología de la importancia del tratamiento multidisciplinar de estos pacientes, facilitar el intercambio de experiencias entre profesionales y conocer las patologías neurológicas que pueden debutar con distintas sintomatologías psiquiátricas así como sus algoritmos diagnósticos.
Los doctores Pilar Leal y Adolfo Benito, de los servicios de Medicina Intensiva y de Psiquiatría del Hospital de Toledo, explican que “el paciente neuropsiquiátrico supone un problema sociosanitario, no solo por su elevada prevalencia, sino por el impacto que ejerce en el sufrimiento y desestructuración de su entorno más cercano”.
En este sentido, apuntan que en España, sin tener en cuenta los trastornos secundarios al consumo de tóxicos, en torno a un 9% padece algún tipo de trastorno mental y hasta un 15% lo sufrirá a lo largo de su vida. Ambos facultativos indican que “en ocasiones, la gravedad del proceso hace necesaria una intervención rápida y aunque hoy en día la farmacoterapia es la terapia estándar en gran parte de los procesos, la gravedad de la clínica, necesidad de instauración de tratamiento inmediato por alto riesgo autolítico o intolerancia oral, hace necesaria la asociación de otros tratamientos de apoyo hasta estabilización de la sintomatología”.