Este pasado martes, 18 de abril, la Consejería de Sanidad de Cantabria trasladó a los sindicatos presentes en la Mesa Sectorial su última propuesta de incremento en el precio de las peonadas; un ascenso medio del 10% en el valor de las horas voluntarias de actividad quirúrgica y consultas que los facultativos cántabros realizan fuera de su jornada habitual. Un ofrecimiento rechazado por los facultativos, que continuarán –tras mes y medio- en su negativa a prestar este servicio destinado a reducir las listas de espera.
El vicepresidente del Sindicato Médico de Cantabria (SMC), Santiago Raba, ha atendido a ConSalud.es, lamentando que desde la administración regional les han trasladado una propuesta de mejora en esta actividad facultativa “a modo de ultimátum” y con la que no estaban de acuerdo “ni en el fondo ni en la forma”; pues, considera que si se pretende “disponer del tiempo libre” de los facultativos, la actitud debe ser más dialogante en lugar de imponer una “última oferta”.
El responsable sindical cántabro aclara que esta subida del 10% es "un precio medio de todos los procedimientos, pero las intervenciones quirúrgicas más realizadas por los médicos han sufrido un aumento mucho menor”
En relación a las declaraciones del gerente del Servicio Cántabro de Salud, Rafael Sotoca, quien aseguraba tras el encuentro que desde la Consejería "no entienden" por qué no se ha alcanzado un acuerdo cuando se han recogido las propuestas de los profesionales médicos y se ha duplicado lo ofrecido en la subida inicial del valor de las peonadas, que ha pasado del 5% al 10% de media, el responsable sindical cántabro aclara que esta subida del 10% es "un precio medio de todos los procedimientos, pero las intervenciones quirúrgicas más realizadas por los médicos han sufrido un aumento mucho menor”.
Además, los colegiados “solicitábamos una clausula de revisión que se actualizase con el IPC más un porcentaje si la subida sólo se iba a quedar en el 10%”, aclara. De esta manera, los facultativos pretenden obtener un plan plurianual como el que lleva a cabo la Consejería de Sanidad con los servicios externalizados a la sanidad privada de la región. “En lugar de eso, contamos con programas especiales de 6 meses ligados a un presupuesto cerrado y que se termina; dejando de nuevo la necesidad de volver a negociar la situación, al no aceptar prorrogas”, señala el vicepresidente de SMC.
A su entender, si desde la Consejería han decidido romper el diálogo, "no se trata de una cuestión económica", sino “ideológica”. “Cantabria destina alrededor de 22 millones de euros para externalizar estos servicios médicos a la sanidad privada y, sin embargo, sólo dedica 3,5 millones para el programa de peonadas”.