Las consejerías de Presidencia y de Salud del Gobierno de Cantabria redoblarán su apuesta por los servicios farmacéuticos prestados a pacientes residentes en municipios en riesgo de despoblación, incrementando en un 18% la inversión para este fin respecto al pasado año, hasta alcanzar los 40.000 euros. Esta estrategia, en la que se recoge un programa de optimización de la adherencia al tratamiento farmacoterapéutico, actualmente da cobertura personalizada a pacientes mayores cántabros, personas con enfermedades crónicas y polimedicados residentes en las áreas menos pobladas.
Para conocer de primera mano esta iniciativa, que ha mostrado resultados “positivos” durante el último curso, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria, Rita de la Plaza, aclara a ConSalud.es que su buen funcionamiento ha llevado a que para este año se hiciera necesario pedir “un pequeño aumento en el máximo de 140 pacientes recogidos en el programa, hasta alcanzar los 157 actuales”. En concreto, se reparten en los 39 municipios de Cantabria afectados por la despoblación: “25 tienen farmacia, 7 disponen de un botiquín asociado a una y, exclusivamente, 7 no cuentan con este servicio sanitario, pero sí tienen una farmacia cercana”.
Su labor de “comunicación constante y colaboración” con los médicos y los trabajadores sociales, permitiendo poder detectar problemáticas en “salud mental o soledad no deseada"
El alcance de esta red proporciona un importante potencial de mejora en la atención sanitaria de los pacientes. No en vano, en muchas ocasiones, los farmacéuticos son los únicos profesionales sanitarios que prestan servicio diario en los núcleos de población rural. “De los 39 municipios sólo en 12 cuentan con un médico estable de lunes a viernes; en los otros 27, o va algunos días o directamente no tienen”. Precisamente en este contexto de mayor aislamiento sanitario es donde cobra especial importancia el papel asistencial de los farmacéuticos.
La despoblación es un fantasma que asola a la práctica totalidad de las CC.AA. españolas, y Cantabria no resulta una excepción. “Hay que tener en cuenta que nuestra región tiene una orografía un poco complicada, con 23 puertos de montaña, y en muchas de estas zonas rurales el farmacéutico es el único profesional útil que actúa como recurso sanitario”, destaca la presidenta colegial, quien remarca su labor de “comunicación constante y colaboración” con los médicos y los trabajadores sociales de los ayuntamientos, permitiendo poder detectar problemáticas en “salud mental o soledad no deseada” por su cercanía al paciente.
“La tranquilidad que les da a los pacientes tener acceso a su medicación y saber cómo tomarla es el éxito de este programa"
De este modo, la presencia de farmacias y sus servicios en áreas aisladas “evitan la pérdida de vecinos y fijan la población”, asimismo los sistemas personalizados de dosificación que recoge la estrategia cántabra sirven para mejorar los resultados en salud; “aumentan la adherencia” a los tratamientos farmacológicos por parte de los pacientes y “disminuyen su incumplimiento”; minimizan los “errores asociados al mal uso” de la medicación y también reducen el número de pacientes que acuden a Urgencias” y los costes sanitarios que esto implicaría, remarca De la Plaza.
Con la puesta en marcha de este proyecto, los farmacéuticos de Cantabria en zonas proclives a la despoblación velan por el cumplimiento de las pautas establecidas por el médico en su prescripción, y cooperan con él en el seguimiento del tratamiento. “La tranquilidad que les da a los pacientes tener acceso a su medicación y saber cómo tomarla es el éxito de este programa. Hay que tener en cuenta que, ante el desabastecimiento de fármacos que hay en España, muchas veces te cambian el color de la caja o el comprimido y puede crear confusión, especialmente en personas mayores”.
COMPROMISO CON LA FARMACIA RURAL
El convenio suscrito entre los responsables políticos y el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria viene a ahondar en la necesidad de incentivar la presencia de farmacias en pequeñas localidades por sus intangibles para los residentes. No en vano, 5 de los municipios en riesgo de despoblación acogidos a estos servicios ya han incrementado su población: Camaleño, Rasines, Arredondo, Ruente y Tudanca. “Antes se ponderaba a las farmacias en base a unos parámetros poblacionales, pero ahora se han implicado dos consejerías del Gobierno de Cantabria que tienen en cuenta la farmacia rural. Eso nos salva”, se felicita.
La actual apuesta por la farmacia rural esconde dar cumplimiento a uno de los derechos básicos, “disponer del acceso a los medicamentos en cualquier rincón"
De esta manera, la actual apuesta por la farmacia rural esconde dar cumplimiento a uno de los derechos básicos que amparan a cualquier persona, “disponer del acceso a los medicamentos en cualquier rincón del territorio con calidad y seguridad, independientemente de vivir en Vega del Pas o en pleno centro de Santander”, asimismo incentiva a las personas a poder “residir allá donde lo prefieran sin sentirse desamparados y da tranquilidad a sus familiares”, concluye la presidenta colegial.