Si bien el consejero de Sanidad de Cantabria, Miguel Rodríguez, ensalza al sistema de salud español, reconoce también que la pandemia ha dejado ver algunas carencias que deben resolverse para los futuros problemas que lleguen en el ámbito de la salud.
¿Qué balance sanitario hacen de este 2020?
Ha sido un año muy duro. La pandemia del COVID-19 ha tensionado al máximo al sistema sanitario y a los y las profesionales que lo componen. Sin embargo, hemos de agradecer y reconocer el ímprobo esfuerzo que han venido desarrollando, durante todo este tiempo, desde los equipos directivos, con la organización y programación, hasta la atención prestada por los profesionales para seguir dando el mejor servicio a los pacientes.
La llegada de la pandemia ha supuesto un revés para el SNS. ¿Qué cambios deberían llevarse a cabo?
Tenemos un sistema sanitario lo suficientemente flexible como para que hayamos podido hacer frente a una situación que nos era totalmente desconocida y para la que no estábamos preparados. Sin embargo, tal y como nos anuncian, es posible que debido a situaciones como el cambio climático y el mundo globalizado en el que vivimos, estas situaciones puedan repetirse y, ante esto, debemos estar prevenidos.
“Es posible que debido a situaciones como el cambio climático y el mundo globalizado en el que vivimos, estas situaciones puedan repetirse y, ante esto, debemos estar prevenidos”
Junto a esto, debemos seguir apostando por la digitalización del sistema puesto que, como también hemos comprobado, la tecnología puede y debe convertirse en un aliado para que, en situaciones de excepcionalidad, podamos seguir ofreciendo un servicio de máxima calidad para el paciente.
¿Cuáles han sido las lecciones aprendidas, hasta ahora, con la llegada del nuevo coronavirus?
Sin duda, si tengo que establecer un ranking de lecciones que nos ha dado la pandemia, la primera es una cura de humildad. España suele vanagloriarse de tener uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Tenemos suficientes razones para seguir estando orgullosos de nuestra sanidad pública, porque es cierto que es, cuando menos, envidiable. Pero, también es cierto que la situación que hemos vivido con la irrupción del Covid-19, nos ha hecho ver que ya no somos inmunes a las pandemias globales.
También hemos aprendido la importancia de la Sanidad Pública. Ha quedado patente y acreditada la necesidad de tener un sistema sanitario público fuerte y bien dotado económicamente.
La tecnología sanitaria tiene cada vez más fuerza, tanto en el ámbito de la investigación, como en el abordaje del paciente. ¿Qué acciones se están llevando a cabo desde la Consejería en este ámbito?
Desde luego, la tecnología ha de ser una de las principales herramientas que utilicemos en esta etapa que se abre ante nosotros. En este sentido, en Cantabria, debido al Covid-19, se ha acelerado aún más nuestra apuesta decidida por implementar la telemedicina. De hecho, una de las líneas estratégicas de legislatura es la transformación digital y hemos creado una dirección específica para su impulso. Una apuesta decidida igual que arriesgada, debido a que contamos con un alto índice de población envejecida y con una red de consultorios rurales donde lo que impera, más que la normativa, es la tradición; pero sabemos que es el camino correcto y que, el paso del tiempo, dando margen a la población a acostumbrarse, traerá grandes avances.
“La apuesta por la digitalización de la medicina es arriesgada debido a que contamos con un alto índice de población envejecida y una red de consultorios rurales”
telemedicina es, por contradictorio que pueda sonar, que los consultorios tengan el mínimo número de pacientes presenciales posibles. Por ello, impulsamos todas las herramientas tecnológicas a nuestra disposición; tanto internas del Servicio Cántabro de Salud, como externas para su relación con la ciudadanía, fomentando, de este modo, la prevención y el seguimiento y cuidado a distancia de los pacientes.
¿Cuáles van a ser los principales objetivos para 2021?
El objetivo fundamental tiene que ser el de terminar de doblegar el virus SARS-CoV-2 y las diferentes variantes que está teniendo. Ya hemos dado los pasos más importantes, como son conseguir la vacuna y establecer una estrategia de vacunación, que está funcionando, pero, lejos de mirar al futuro, por inmediato que sea, hemos de terminar de resolver los problemas presentes y el COVID es el más inmediato.
Después, ya tendremos tiempo de hablar de los grandes proyectos que Cantabria tiene entre manos, como convertirnos en la primera Comunidad Autónoma que ofrezca la protonterapia como tratamiento asistencial contra determinados tumores.